Mujeres de zonas rurales cada día escriben sus propias historias de vida
Nota de prensa
7 de marzo de 2020 - 12:00 a. m.
Trinidad Mamani Cascamayta (57), usuaria del proyecto Haku Wiñay de Foncodes, vive en la comunidad de Echahuay, distrito de Sangarará, provincia de Acomayo, departamento del Cusco. Esta mujer, es todo un ejemplo a seguir, en su comunidad es una líder innata, cultiva hortalizas como repollo, cebolla, col, alcachofas, betarraga y tomate cherre con abono orgánico, también tiene cocina mejorada a leña y bosta modelo heiser, la cual, además de servirle para coser sus alimentos, le provee agua caliente para su lavadero y su ducha.
_x000D_Así como las mujeres en la historia lucharon por ganar derechos y un sitial en la sociedad, en el mundo andino y selvático, más de 100 mil mujeres trabajan activamente en tecnologías productivas y emprendimientos rurales con el proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai ejecutado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social - Midis a través de Foncodes.
_x000D_Estas mujeres luchadoras destacan en su papel de usuarias, yachachiq, miembros de los núcleos ejecutores y líderes de emprendimientos rurales, además de su rol de hijas, esposas, madres.
_x000D_Como el caso de la señora Trinidad, miles de mujeres son las responsables del manejo de tecnologías productivas con óptimos resultados: manejo de biohuertos, cuidado de animales menores, lideran emprendimientos, venden productos en las ferias locales y regionales, administran el dinero que ingresa al hogar. Ello contribuye a la mejora de su autoestima y les brinda una nueva dimensión económica y social a sus vidas.
_x000D_La venta de hortalizas y otros productos, permite a las mujeres tener ingresos económicos. Aun no siendo cuantiosos, les quita la presión de dependencia con respecto a su pareja y potenciales conflictos conyugales. Al tener mayor autonomía económica, sienten que “su libertad de elegir y decidir sobre sus vidas” ha mejorado comparado con otras mujeres rurales.
_x000D_Por ejemplo, los concursos de emprendimientos rurales inclusivos del proyecto Haku Wiñay son la oportunidad que esperan muchas mujeres – y también hombres - para hacer realidad sus planes de negocios y así trabajar por su ansiada autonomía económica. De allí han surgido muchos negocios exitosos, liderados por mujeres. En el distrito cusqueño de Huancarani, provincia de Paucartambo, Delia Pumachara Huanca y Angela Suma Camada cultivan con gran éxito fresas y rosas respectivamente.
_x000D_Yachachiq es otra de las labores en las que se desempeñan las mujeres en el mundo rural del Perú. Desde el año 2012 a la fecha, un total 2 mil 711 mujeres se han desempeñado como yachachiq, talentos rurales que brindan capacitación y asistencia técnica a los hogares usuarios en zonas rurales de la sierra y selva.
_x000D_Anataly Rodríguez Ágreda es yachachiq productivo del proyecto Haku Wiñay en las comunidades de Pachachaca, Campo Alegre, Huagal y Lloque, en el distrito de Calamarca, provincia de Julcán, en La Libertad. Ella estudió agronomía, y para experimentar su trabajo en el campo, decidió ser yachachiq.
_x000D_Las mujeres rurales al incorporase a los proyectos productivos de Foncodes, han desarrollado capacidades y habilidades de gestión y están asumiendo roles de responsabilidad como ser tesoreras de los Núcleos Ejecutores y son responsables de administrar los fondos con transparencia y honestidad, pagar las remuneraciones de los profesionales y técnicos como yachachiq, facilitadores financieros y capacitadores, entre otros.
_x000D_Sábado, 7 de marzo de 2020
_x000D_Unidad de Comunicación e Imagen