EsSalud mejora calidad de vida de pacientes con Parkinson a través de colocación de estimulador cerebral

Los pacientes con Parkinson pueden mejorar el control del temblor y los síntomas principales de esta enfermedad con la colocación de electrodos a nivel cerebral, cirugía de alta complejidad que realiza un equipo multidisciplinario de médicos del Hospital Nacional Guillermo Almenara de EsSalud.

La actual gestión de EsSalud, a cargo de la presidenta ejecutiva Dra. María Elena Aguilar Del Águila, viene fortaleciendo la atención, donde el paciente es la prioridad y alrededor de él se ponen a disposición los servicios y equipos que se necesitan para una atención oportuna y de calidad con la finalidad de lograr su pronta recuperación.

En el caso de pacientes con Parkinson,  en el hospital Almenara se vienen realizando cirugías de alta complejidad para la colocación de electrodos, los cuales,  según explica el Dr. Alfredo Marín, neurólogo de este nosocomio, los pacientes son evaluados previamente para determinar si son candidatos a esta cirugía, que consiste en la estimulación cerebral profunda, al señalar que esta intervención de alta complejidad se realiza posterior a la evaluación médica del tratamiento con fármacos, terapia física.

 “Al ser el temblor uno de los síntomas principales e incómodos de la enfermedad de Parkinson es importante que, a través de tratamientos farmacológicos, terapias físicas o cirugías de alta complejidad como la colocación de un estimulador cerebral profundo, puedan reducir la frecuencia de estos temblores y mejorar su calidad de vida”, dijo el especialista.

Explicó que generalmente estos temblores se dan en momentos de reposo, cuando la persona está sentada, cuando pone la mano sobre la mesa o la silla y esta empieza a temblar sin ningún tipo de estímulo.

 “También pueden presentar rigidez, dificultad para movilizar el cuerpo, cuando caminan o ejecutan la marcha lo hacen como robotizados, al agarrar las cosas lo hacen con mucha lentitud, a eso los médicos lo denominan bradicinesia”, anotó.

Señaló que otra de las dificultades que esta enfermedad son los síntomas motores: el paciente presenta dificultad al caminar, como consecuencia de la pérdida de los reflejos posturales y lo hacen de manera inestable, ello incrementa el riesgo de caídas y fracturas de cadera.

 “Al ser el Parkinson una enfermedad neurodegenerativa y crónica, que tiene prevalencia en personas mayores de 60 años con mayor incidencia en varones, en algún tiempo tomará el camino que tiene la diabetes y la hipertensión, es decir ser un mal no curable, pero que, si se controla oportunamente con medicamentos y en algunos casos con intervenciones quirúrgicas, quienes la padecen mejorarán notablemente su calidad de vida”, explica.

 Recordó que la esperanza de vida de pacientes con la enfermedad se ha incrementado, antes rodeaba a los 70 años y hoy es entre los 80 a 85 años, es decir las personas viven más años, y recomendó actividad física diaria.

Advirtió que los traumatismos representan el mayor riesgo de muerte en las personas con Parkinson, por lo que se exhorta a los familiares cuidar a sus pacientes en las duchas, escaleras y otros ambientes.