Médicos de EsSalud realizan compleja intervención a niña de 2 años para resolver mal congénito que le impedía comer y hablar

Nota de prensa
Equipo médico del hospital Sabogal corrigieron fisura en el paladar de la menor, permitiéndole llevar una vida normal.
Médicos de EsSalud realizan compleja intervención a niña de 2 años para resolver mal congénito que le impedía comer y hablar
Médicos de EsSalud realizan compleja intervención a niña de 2 años para resolver mal congénito que le impedía comer y hablar

19 de febrero de 2024 - 4:00 p. m.

Pasó 7 meses de su corta vida en UCI, conectada a un respirador artificial hasta que fue intervenida por médicos del Hospital Alberto Sabogal Sologuren. Hoy, Lucerito de apenas 2 años, se recupera tras ser operada con éxito de la fisura en el paladar blando con la que nació y que le impedía comer con normalidad ni desarrollar aún el habla.
“Lucero nació a los seis meses de gestación. Yo tuve retención de líquido y preeclampsia; un día, tuve las señales de parto, fuimos al hospital, y mi bebé nació con asfixia severa. Presentaba además una cardiopatía congénita y displasia pulmonar por lo que requería oxígeno”, cuenta Rosmery Cuba León, la madre de Lucerito.
Sus diversas complicaciones de salud, la tuvieron varios meses internada en el hospital; al cumplir los siete meses, y aún conectada a una máquina para poder respirar, los médicos realizaron una traqueostomía para que la pequeña deje de depender de un balón de oxígeno.
Gracias a la traqueostomía, Lucero dejó la Unidad de Cuidados Intensivos y pudo ir junto a su familia a su casa de Carabayllo, pero la fisura en el paladar no le permitía alimentarse.

Mejor calidad de vida
Primero, para retirar de su cuello el aparato que le ayudaba a respirar, Lucero debía pasar por una operación debido a la fisura en el paladar blando, que le impedía comer con normalidad.
Según la Dra. Eliana López, médico cirujano plástico del hospital Sabogal, esta es una patología bastante frecuente, pues a nivel mundial tiene una incidencia de uno en 500 a 700 recién nacidos vivos.
“El paladar está dividido en dos: la parte dura y la blanda. Y Lucero tenía una fisura de paladar blando. Nosotros hemos reparado la fisura blanda que ella presentaba por lo que ahora va a poder hablar mejor, deglutir mejor, y realizar su vida con normalidad”, explica.
La operación fue exitosa y pronto Lucero podrá utilizar sus vías respiratorias con normalidad. Además de esta intervención, el servicio de cirugía plástica reconstructiva del hospital Alberto Sabogal opera a niños con microtia, es decir aquellos que nacen con malformaciones del oído (en los casos más severos tener la ausencia del pabellón y conducto auditivo).
También se realizan cirugías reconstructivas a niños con microsomía hemifacial (un lado de la cara es más pequeña). Además, los destacados especialistas operan otro tipo de patologías como sindactilias (dedos fusionados), polidactilias (dedos adicionales), entre otras.