Productoras cacaoteras hacen frente a la desigualdad a través del desarrollo alternativo

La violencia ni el machismo pudieron acabar con sus sueños. Productoras cacaoteras impulsadas por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) compartieron sus experiencias en la reunión del Grupo de Expertos sobre Desarrollo Alternativo, donde participaron autoridades, funcionarios públicos y expertos de la sociedad civil de diversos países.

 

En la cita, mujeres líderes del desarrollo alternativo en el Perú comentaron cómo su elección por mercados lícitos les abrió las puertas de la paz y les permitió la mejora de la calidad de vida de sus familias y sus comunidades.

 

Aylí Quinteros, fundadora de la Asociación de Productoras Agropecuarias Mishki Cacao (San Martín); Ana Saravia, presidenta de la Cooperativa Agroindustrial y de Servicios del Centro Poblado Bella Bajo Monzón (Huánuco); y Saraí Dávila, jefa de planta de la Cooperativa Ecológica Agroindustrial de Curimaná (Ucayali), afirmaron que, gracias al cultivo alternativo, pudieron alejar a sus familias del narcotráfico.

Aylí Quinteros señaló que fue difícil entrar al mercado chocolatero, porque se creía que el campo era solo trabajo de hombres. Recuerda que, cuando decidieron apostar por la producción de cacao, el esposo de una de sus compañeras no quería dejarla trabajar en esta actividad. Sin embargo, las integrantes de la asociación evitaron que eso sucediera y dejaron claro que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres.

  

“En el 2011, con el desarrollo alternativo, empezamos a hacer chocolate. Al año siguiente, continuamos con las ferias. En el 2013, le dimos el valor agregado y nos lanzamos al mercado con pasta de cacao y no de coca”, indicó.

 

“Somos mujeres emprendedoras. Con las capacitaciones, hemos podido combatir el machismo y hacer entender a nuestras parejas que ambos debemos trabajar para darle valor agregado al cacao”, agregó Quinteros.

 

Por su parte, Ana Saravia relató que, desde que iniciaron la producción de chocolate, han constatado poco a poco la evolución de los habitantes de su región. “Hemos aprendido a manejar el cacao con las asistencias técnicas que nos han brindado. Todas las mujeres nos unimos y nos dimos cuenta de que no podíamos vender así nomás, teníamos que dar valor agregado a nuestro producto”, acotó.

 

Asimismo, la productora huanuqueña resaltó que su cooperativa apuesta por el cambio generacional, y por ello una de sus metas es que sus hijos y los de las otras socias continúen con la organización que han formado con tanto cariño. 

 

A su turno, Saraí Dávila contó emocionada que, con el cultivo alternativo, han hecho frente a la desesperanza y recuperado el optimismo, pues ser parte de un mercado lícito produce bienestar en su región y sobre todo en las familias.

 

“Agradecemos a Devida por la asistencia técnica. Todos nuestros chocolates son aromáticos. Mi trabajo es darles valor agregado en las ventas, el marketing, las redes sociales, etc. He aprendido mucho en estos años”, sostuvo.

 

La joven manifestó que las actividades con fines ilícitos trajeron mucha violencia a las familias que antes no hallaban otra opción que el cultivo de coca. “Hemos sufrido mucho, ahora somos mujeres reconocidas en nuestras comunidades”, puntualizó.

 

Hoy continua la segunda fecha de la reunión del Grupo de Expertos sobre Desarrollo Alternativo. Este viernes se llevará a cabo el encuentro del Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) sobre Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible (Gedais).