Devida resalta necesidad de revisar los retos de responsabilidad común y compartida en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas

Nota de prensa
Presidente ejecutivo de Devida participó en reunión organizada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – Unión Europea (CELAC-UE).

Fotos: Devida

24 de junio de 2022 - 12:15 p. m.

El presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón Garrido participó hoy en la “XXIII Reunión de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación CELAC-UE en materia de Drogas (CCMD)”, desarrollada en Asunción (Paraguay).

Esta reunión de alto nivel tuvo como finalidad abordar la problemática del tráfico ilícito de drogas como una problemática global que afecta la salud pública de las personas y constituye una amenaza para gobernabilidad de los estados, e inclusive para su seguridad interna.  Asimismo, indicó que existe la necesidad de revisar los retos de la responsabilidad común y compartida entre los países para fortalecer la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.

“Reafirmó el compromiso del Estado peruano para luchar de manera frontal contra el tráfico ilícito de drogas, con un enfoque basado en el principio de responsabilidad común y compartida, y con respeto irrestricto a los derechos humanos”, destacó el titular de Devida.

En ese sentido, también remarcó que ante la actual situación, se deben plantear respuestas eficientes y eficaces pero sobre todo conjuntas, con el objetivo de revertir la tendencia creciente del tráfico ilícito de drogas a nivel mundial.

“Estamos convencidos que solo en la medida que países productores y países consumidores nos unamos para trabajar de manera conjunta, seremos capaces de obtener más y mayores avances en la lucha mundial contra este flagelo”, agregó Soberón.

Por ello, enfatizó que Estado Peruano continuará fortaleciendo su modelo de desarrollo alternativo, en base a un nuevo relacionamiento que busque establecer ciertos niveles de concertación con las poblaciones de la región Andino – Amazónica, a través de un Pacto Social Ciudadano, que conlleve al establecimiento de un compromiso elemental con los productores de coca, para que voluntariamente se acojan a los beneficios de los programas de desarrollo alternativo.