Devida fortalece seguridad territorial de 13 comunidades nativas para frenar el narcotráfico y proteger sus recursos

Nota de prensa
Más de 5700 habitantes asháninkas y nomatsigengas contarán con territorios georreferenciados que garantizan su seguridad jurídica.
Vraem
Vraem
Vraem
Vraem
Vraem

Fotos: Devida

6 de noviembre de 2025 - 10:09 a. m.

La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Junín vienen culminando los trabajos de georreferenciación del plano de demarcación territorial de 13 comunidades nativas pertenecientes a las etnias asháninka y nomatsigenga, ubicadas en los distritos de Mazamari, Pangoa y Río Tambo (Junín). Esta intervención busca garantizar la seguridad jurídica de sus territorios y fortalecer la defensa frente al avance de actividades ilegales como la tala indiscriminada, el narcotráfico y la ocupación irregular de tierras comunales.

La actividad cuenta con una inversión de S/1 192 396 financiada por Devida, que beneficia a 1769 familias, que representan a más de 5780 habitantes de las comunidades que integran la Unión Ashaninka Nomatsigenga del Valle de Pangoa (Kanuja), la Organización de Comunidades Asháninkas de Mazamari (OCAM) y la Central Asháninka del Río Ene (CARE).

Los trabajos de georreferenciación, ejecutados por la Dirección Regional de Agricultura de Junín, presentan un avance físico superior al 90%. Este proceso técnico y legal permite definir con precisión los límites de las comunidades nativas tituladas, utilizando sistemas de posicionamiento global (GPS) y cartografía especializada. En la selva central, este trabajo implica jornadas en zonas de densa vegetación, se resalta la participación de jefes comunales y comuneros que acompañan a los técnicos como guías, garantizando la validación en campo. Durante el proceso se colocan hitos de concreto que marcan los linderos reconocidos oficialmente.

El equipo técnico elabora un informe técnico-legal que respalda la Resolución directoral regional que aprueba la georreferenciación. De ser necesario, se corrigen los límites comunales y se actualiza la información territorial. Finalmente, los planos georreferenciados serán inscritos en la SUNARP, garantizando la protección legal de los territorios comunales.

Este proceso representa un paso importante hacia la seguridad y estabilidad de los pueblos originarios. “Antes no sabíamos con exactitud hasta dónde llegaba nuestro territorio. Teníamos nociones, pero necesitábamos tener los hitos colocados y el mapa aprobado, ahora sentimos que nuestras tierras están protegidas, esto nos da confianza para seguir trabajando y cuidar nuestros bosques”, expresó Larson Francisco Chumpe, jefe de la comunidad nativa San Emiliano de Cachingarani, en el distrito de Pangoa.

Las comunidades nativas comprendidas en esta georreferenciación son: Jerusalén de Miñaro, Alto Saureni, San Emiliano de Cashingarani, Cubantia, San Jerónimo, San Juan de Sangareni, Boca del Kiatari (Pangoa); José Gálvez, Gloriabamba, Unión Puerto Asháninka (Mazamari); Camantavishi, Meteni y Quimaropitari (Río Tambo).