Perú revierte la superficie de cultivos de coca en territorios especiales
Nota de prensaInforme revela una reducción sostenida debido a intervenciones articuladas del Estado. Áreas naturales protegidas (-21%) y bosques de producción permanentes (-20%) registran los mayores descensos.




Fotos: Devida
8 de julio de 2025 - 9:00 a. m.
La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) informó que, en el año 2024, se consolidó una reducción de cultivos de hoja de coca en territorios especiales, como las áreas naturales protegidas, las zonas de amortiguamiento y los territorios indígenas. Estos resultados son fruto del trabajo articulado con entidades como el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el Ministerio de Cultura, entre otras.
Entre los principales logros, en el marco de la Política Nacional Contra las Drogas al 2030 y de la Política Actual de Gobierno, se destaca la disminución de cultivos en el Parque Nacional Bahuaja Sonene, donde las acciones de control evitaron la expansión cocalera hacia áreas vulnerables. De otro lado, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul se redujo la superficie cultivada, lo que permitió proteger espacios que albergan la biodiversidad amazónica.
En 2024, los cultivos de coca registrados en las áreas naturales protegidas alcanzaron las 328 hectáreas, lo que evidencia una disminución significativa del 21%. En las zonas de amortiguamiento, la superficie cultivada llegó a 14 102 hectáreas, lo que representa una reducción del 2% en comparación con el año anterior.
En el caso de los territorios de los pueblos indígenas u originarios, la superficie de cultivos de coca se redujo de 18 050 hectáreas en 2023 a 16 919 hectáreas en 2024, lo que representa una disminución del 6%. Este resultado refleja el impacto de las intervenciones sostenidas en estos espacios de alta sensibilidad territorial.
En los bosques de producción permanente, los cultivos se redujeron a 20 380 hectáreas, lo que equivale a una baja del 20%. Finalmente, en las concesiones forestales se registraron 7 930 hectáreas, lo que también refleja una reducción del 5% con respecto a 2023.
Estos avances son posibles con el fortalecimiento de capacidades técnicas y al uso de herramientas de monitoreo geoespacial de alta precisión, que permiten actuar con rapidez ante señales de alerta. La implementación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) garantiza la transparencia y la rigurosidad de los datos.
El impacto de estas acciones trasciende las cifras. En cada hectárea recuperada hay una oportunidad de desarrollo para las familias más expuestas al narcotráfico. El trabajo de Devida ha permitido desvincular a comunidades indígenas y amazónicas del circuito ilícito y acercarlas a alternativas productivas sostenibles y con identidad, en un contexto en el que el modelo del narcotráfico se reinventa constantemente, el Estado mantiene una respuesta estratégica, multisectorial y basada en evidencia.