Más de 1700 profesionales se capacitan con el programa de becas de Devida en prevención del consumo de drogas

Un total de 1782 personas se inscribieron en el segundo bloque de cursos de la Plataforma de Formación Devida, superando ampliamente la meta inicial de 755 becas anunciadas por Devida. Esta respuesta evidencia el creciente interés por acceder a herramientas especializadas que fortalezcan el trabajo frente al consumo de drogas en poblaciones vulnerables.

La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) impulsa esta oferta formativa dirigida a profesionales del ámbito comunitario, educativo y de salud. A través de la formación virtual, semipresencial y presencial, se brindan conocimientos clave para actuar desde una perspectiva preventiva, fortalecer habilidades socioemocionales, atender casos de consumo y promover la reinserción social.

De acuerdo con el consolidado, 688 participantes optaron por cursos del sector salud; 583 eligieron el ámbito educativo, enfocado en escuelas y tutoría familiar; y 511 lo hicieron en el área comunitaria, con énfasis en estrategias de intervención con niñas, niños, adolescentes y familias en riesgo.

Esta acción forma parte de los esfuerzos de Devida por disminuir la demanda de drogas en el país, al robustecer el trabajo de quienes están en primera línea en sus territorios. “La formación es clave para cortar los ciclos de vulnerabilidad frente al narcotráfico. Cada profesional capacitado representa una oportunidad de cambio para muchas familias que aún enfrentan riesgos”, señaló Ericka Candio, coordinadora del programa Formación Devida.

Los cursos, que iniciaron el 7 de mayo, tienen una duración de tres a ocho semanas y están diseñados para replicar el conocimiento en escuelas, centros de salud y espacios comunitarios. Las inscripciones cerraron el 30 de abril, pero Devida continuará ampliando esta oferta educativa a lo largo del año.

Desde su creación, la Plataforma de Formación Devida capacitó a más de 15 000 profesionales en todo el país, fortaleciendo las redes de apoyo en comunidades donde la prevención es un factor decisivo para evitar que más familias sean captadas por economías ilegales.