Vraem: Más de 2500 familias cafetaleras mejoran calidad de su producto con manejo óptimo de la post cosecha

La caficultura del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) es una barrera de contención frente al avance del narcotráfico. Un total de 2527 familias de 11 distritos en Ayacucho, Cusco y Junín fortalecen sus capacidades en el manejo óptimo de la post cosecha del café, proceso clave para asegurar un producto de alta calidad y con proyección internacional para 30 organizaciones cafetaleras del valle.

Esta mejora se da con la asistencia técnica brindada por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), a través de la actividad café, que permite a los productores aplicar buenas prácticas de fermentación, secado y almacenamiento. Estas acciones inciden directamente en la calidad del grano, elevando su valor en los mercados nacionales e internacionales.

Son un total de 2168 hectáreas de café que Devida impulsa en la zona, evitando que estas parcelas sean ocupadas por el cultivo de 258 toneladas de hoja de coca, lo que equivaldría a 18.17 toneladas de clorhidrato de cocaína evitadas que significan la aplicación de más de 72 millones de dosis.

Devida acompaña a las familias desde la cosecha hasta el análisis físico y sensorial del grano. Posteriormente, la actividad Asociatividad facilita su comercialización. Este trabajo articulado permitirá que, para el 2025, se proyecte la venta de más de 210 toneladas de café especial, consolidando una economía lícita, sostenible y competitiva.

Con estas acciones, Devida fortalece el desarrollo alternativo en el Vraem y desvincula a más familias de los circuitos ilegales, generando nuevas oportunidades y reforzando la identidad cafetalera de la zona.