Defensoría del Pueblo: el personal de salud y pacientes no deben ser agredidas/os durante movilizaciones

Nota de Prensa n.° 932/OCII/DP/2022

La Defensoría del Pueblo hizo un urgente llamado a la población en general para que, en ninguna circunstancia, se agreda al personal de salud, a los miembros de las compañías de bomberos, ni se ocasione daños a los bienes sanitarios (establecimientos de salud, ambulancias, etc.), en el contexto de las movilizaciones que se vienen produciendo en varias regiones del país.

Este llamado se realizó tras conocerse que el día de ayer una ambulancia del Hospital Hugo Pesce Pescetto de Andahuaylas habría sido apedreada por personas manifestantes mientras trasladaba a una mujer en estado de gestación, al creer que llevaba en su interior a un personal policial herido. De acuerdo con las imágenes recibidas, los vidrios de adelante y atrás del vehículo fueron rotos, poniendo en riesgo la vida y salud de las/los ocupantes.

En la misma línea, la institución manifiesta su profunda preocupación por la situación de las compañías de bomberos, debido a que el domingo se denunció que hubo agresiones y amenazas contra el personal voluntario y contra la infraestructura de los cuarteles. Esta situación debe ser rechazada porque evidencian hechos de violencia que afectan derechos fundamentales de las personas, además de dañar bienes públicos y privados, y no corresponden al ejercicio regular del derecho a la protesta pacífica protegido por la Constitución Política.

Asimismo, la Defensoría del Pueblo hizo énfasis en recordar que los servicios de salud (personal de salud, personal socorrista, transporte asistido de pacientes, así como el traslado de medicamentos, vacunas, entre otros), son esenciales para garantizar la salud y la vida de las personas, y como tales deben ser respetados, protegidos y no violentados, incluso si se trata de manifestaciones públicas en el marco del derecho a la protesta.

Finalmente, la institución defensorial señaló que como sociedad tenemos acuerdos mínimos que deben ser garantizados –cualquiera sea la circunstancia- por toda la población y deben ser garantizados por las autoridades. Uno de ellos, es el respeto al personal de salud, además, de los bienes y servicios sanitarios, medicamentos, vacunas, etc. De ellas/ellos, depende la vida, integridad y salud de las personas y no deben ser atacados o dañados, incluso en un contexto como el que vivimos.