Defensoría del Pueblo: 11 quebradas ubicadas en distritos del este de Lima podrían quedar desprotegidas por falta de obras de prevención
Nota de prensaLa totalidad de dichas quebradas se ubican en los distritos de Lurigancho – Chosica, Chaclacayo y Cieneguilla, en la provincia de Lima; así como en algunas jurisdicciones de provincia de Huarochirí.

25 de abril de 2025 - 10:54 a. m.
La oficina de la Defensoría del Pueblo en Lima Este advirtió la grave situación de desprotección en que podrían quedar 11 de las 21 quebradas ubicadas en las zonas altas de la cuenca del río Rímac que fueron priorizadas en 2023 para la ejecución de obras preventivas para el fenómeno El Niño. Ello debido a que no habrían sido incluidas en los proyectos de encausamiento que viene ejecutando la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) pese a su condición de muy alto riesgo por activaciones frecuentes.
Esta advertencia fue dirigida al término de una supervisión desarrollada entre los meses de febrero y marzo a la totalidad de dichas quebradas, que se ubican en los distritos de Lurigancho – Chosica, Chaclacayo y Cieneguilla, en la provincia de Lima; así como en las jurisdicciones de Ricardo Palma y Santa Eulalia, en la provincia de Huarochirí.
En ellas se pudo comprobar situaciones críticas como la acumulación de residuos sólidos y de material de arrastre, así como la ocupación progresiva de sus cauces, lo que, en algunos casos, habría modificado la forma natural del terreno, incrementando así el riesgo de desastres en caso de huaicos y deslizamientos.
Uno de las zonas más críticas supervisadas es la quebrada Huascarán, ubicada en Chaclacayo, en cuya parte media se ubicaba un botadero de residuos sólidos que fue clausurado hace más de 20 años. Pese a ello, una gran cantidad de residuos sólidos estarían actualmente expuestos y serían arrastrados hacia las zonas bajas en los periodos de lluvia. A ello debe sumarse que algunas zonas colindantes a la quebrada estarían siendo lotizadas para la construcción de proyectos de vivienda.
Otro caso crítico es la quebrada Río Seco, en Cieneguilla, donde también se advierte la ocupación sistemática y progresiva pese a que en 2023 fue una de las zonas más afectadas por los huaicos. Por su parte, en la quebrada Caraponguillo, ubicada en Lurigancho – Chosica se pudo apreciar que casi la totalidad de la zona ha sido ocupada con viviendas. Además, en la parte alta se observan letreros de venta de terrenos.
Falta de presupuesto
Para la sede defensorial en Lima Este, estas situaciones resultan aún más preocupantes debido a que las quebradas antes descritas forman parte de las 21 que debieron ser intervenidas por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en virtud al Decreto de Urgencia 15-2023, que facultó a dicha entidad a implementar diversas obras y proyectos de inversión con fines preventivos. No obstante, el plazo venció el año pasado y ninguna de las obras fue ejecutada. Por su parte, la ANIN estaría por iniciar una serie de obras en solo 10 de las 21 quebradas, por lo que más de la mitad quedaría en situación de desprotección ante un próximo periodo de lluvias intensas.
Al respecto, la jefa de la Oficina Defensorial de Lima Este, Lizbeth Yllanes, sostuvo que la condición de alto riesgo en que se encuentran calificadas dichas quebradas se acentúa debido a que, en un futuro cercano de lluvias intensas, como los que suelen presentarse a partir del segundo semestre de cada año, la población quedaría expuesta nuevamente a huaicos con graves consecuencias. Por ello, exigió una mayor fiscalización de parte de los gobiernos locales para evitar el asentamiento poblacional y actividades no permitidas en los cauces de las quebradas, así como impulsar la conformación de mesas de trabajo con la participación de los cinco distritos afectados.