El conductor que vigila y verifica el buen cuidado de las niñas y niños usuarios de Cuna Más en Túcume

El trabajo es la fuente primordial de inclusión social. Así lo afirma Juan Carlos Alamo Sandoval, quien nunca imaginó servir a decenas de niñas y niños como miembro del Consejo de Vigilancia del Comité de Gestión “Dios es Amor”, en el pueblo de Túcume, provincia lambayecana de Chiclayo.

“Para servir a este grupo he recibir charlas y conocer más de lo que hace cada persona. Me explicaban de cómo era el trato a los niños, supervisar los locales, el servicio alimentario. El ser parte de este grupo, de Cuna Más me motiva a seguir adelante y estudiar quizá alguna carrera corta y ser mejor persona”, cuenta Juan Carlos, quien es conductor de una mototaxi en su tierra natal.

Este hombre de 37 años de edad es ejemplo de superación y cumplimiento de las funciones de Cuna Más para una primera infancia saludable, segura y feliz. “Me siento muy bien. Me gusta hacer esto y esperemos que siga para más. Es un apoyo que yo brindo a mi comunidad para los niños, sobre todo. Eso es bueno y ahí vamos, hasta donde se pueda. Me siento parte de ese cambio y me da gusto de este segundo hogar para las niñas y niños de mi comunidad”, comenta este joven padre, actor comunal, quien también hace servicio de taxi a las mamás y papás a la cuna.

Por ello, el Modelo de Cogestión de Cuna Más contempla que el Estado, a través del programa, capacita a los actores comunales, los acompaña en el ejercicio de sus funciones e incentiva su participación voluntaria, reconociendo y valorando sus propias capacidades.

“La labor que realizan con los niños es muy bueno. Me gusta bastante el apoyo que Cuna Más brinda a las niñas y niños de esta comunidad. Son unos ángeles, son unos niños que de repente van a ser más grandes, van a ser unos profesionales. Veo muchas cosas en ellos”, finaliza Juan Carlos.

VIDEO TESTIMONIO EN YOUTUBE: https://youtu.be/ggJd2_xJCgo