Manuel y Rosa, una familia que se fortalece en las buenas prácticas de crianza

En el centro poblado de Alto Pastora, del distrito de Tambopata, uno de los cuatro que conforman la provincia homónima de la región de Madre de Dios, se encuentra el hogar de los esposos Manuel Bermejo y Rosa López, quienes desbordaron de dicha y felicidad tras el nacimiento de su hija Kristel Alexandra. Actualmente, son una de las familias usuarias más unidas que el Programa Nacional Cuna Más, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) atiende, en esta parte del país, mediante su Servicio de Acompañamiento a Familias (SAF).

“Como familia usuaria de Cuna Más, desde que mi hija estaba en el vientre, hemos ido fortaleciendo nuestra manera para criar a las niñas y niños, aprendiendo cómo hacerlo de manera saludable, cariñosa y sensible. Creo que como padres no tenemos límites cuando se trata de buscar lo mejor para nuestras hijas e hijos, así que estoy muy contenta por la oportunidad de ser la mejor madre que puedo para mi pequeña”, asegura Rosa. Entre las buenas prácticas que el servicio ha permitido fortalecer en el hogar de los Bermejo

López destaca aquellas relacionadas al apego, como primer vínculo afectivo y el más importante, que depende mucho de la calidad afectiva que la niña o el niño establece de forma independiente con la madre, el padre y el cuidador principal, siendo el primer año de vida un momento clave.

“Cuna Más es un programa importante para las familias que realmente lo necesitamos. Mi esposa y yo estamos muy satisfechos con la atención, y agradecido con la orientación para ser un mejor papá.

Mi hija es un pedacito de mí, y estoy seguro de que, junto a Cuna Más, podré asegurarle una primera infancia segura y feliz”, dijo Manuel, orgulloso del futuro que imagina para su familia.

Para Manuel y Rosa, la comunicación, el cariño, el trato amable, el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, el que se respeten los acuerdos y el estar dispuesto a hacer feliz al otro son los puntos claves para ir construyendo esa fortaleza de amor que debe tener toda familia.