Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a documento papal de 1952
Nota de prensaEl documento, que nombraba a un vicario adjunto en Puerto Maldonado, es reconocido por su valor documental, histórico y social.

9 de mayo de 2025 - 11:24 a. m.
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al documento titulado “Bula de nombramiento de Javier Ariz Huarte para coadjutor de la Vicaría de Puerto Maldonado (21/02/1952)”, un documento que ha sido incautado y se encuentra en custodia por el Archivo General de la Nación.
De acuerdo con el significado, valor e importancia de su contenido, este documento presenta una serie de valores documentales, históricos y sociales que se encuentran relacionados con su autenticidad y antigüedad, siendo considerado una fuente primaria de investigación histórica.
En cuanto a su valor documental, cabe indicar que, aunque data del siglo XX, tiene un destinatario y una función institucional eclesiástica, lo que nos da una idea de cómo es la estructura de una bula papal, que no ha cambiado significativamente a lo largo de los siglos. Este tipo de documento, emitido por el pontificado, tiene una estructura notable y antigua, tanto así que los llamados documentos reales de las cancillerías de los reinos desde la Edad Media se inspiraron en esta.
Cabe precisar que el término bula está íntimamente ligado en su origen al sello colgante, que originalmente procede de un medallón romano que es una placa circular o bola de metal, denominada así por su forma similar a una burbuja flotando sobre el agua.
En la antigua Roma, la medalla que portaban los hijos varones de las familias patricias, hasta el momento de vestir la toga, era conocida como una bulla. En la Edad Media, el término bula se utilizaba para referirse a los sellos de plomo con los que se autentificaban los documentos reales, y mediante una sinécdoque, el término pasó a denominar al documento en sí.
Para el siglo XIII, las bulas papales eran utilizadas para toda clase de documentos emitidos por la cancillería papal. Posteriormente, en el siglo XV, durante el pontificado de Eugenio IV, aparecieron los breves papales, un tipo de bula con una estructura más breve, generalmente en forma de carta, que trataba un solo tema o resolución.
Asimismo, el valor histórico de este documento radica en su testimonio sobre la constitución y el devenir del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, una obra misionera de la iglesia en la selva peruana, que a mediados del siglo XX habían logrado avances en los 50 años de su formación, periodo del cual ambos vicarios nombrados en el documento fueron partícipes, incluso con renombre aún en la actualidad.
El documento, también expresa cómo se desarrollaba el procedimiento para que las misiones continúen funcionando aun cuando el titular del vicariato perdía la salud o el estado físico, debiendo recibir la ayuda de otro vicario u obispo coadjutor, pues estas misiones implicaban viajes continuos a territorios incomunicados y lejanos de la selva que eran muy arriesgadas y podían suceder accidentes fatales.
El vicario coadjutor nombrado en la bula asumió un rol clave en el trabajo misionero, asegurando que las actividades continuaran, incluso cuando el vicario titular ya no podía realizar los viajes necesarios para contactar con los pueblos amazónicos.
Finalmente, el valor social del documento versa en que la designación de la sucesión no significaba una privación del cargo de vicario titular, sino en la designación de un ayudante para asistencia en las misiones, por ello este nombramiento no solo reconocía la idoneidad del vicario coadjutor, sino también su buen estado físico para llevar a cabo los difíciles viajes hacia las comunidades amazónicas, que el titular ya no podía realizar debido a su salud.
Dicha designación refleja el trabajo conjunto de los dos vicarios en Puerto Maldonado, cuyos logros entre las comunidades selváticas fueron recogidos en artículos publicados en revistas como Misiones Dominicanas del Perú (fundada en 1919), en cuyos tomos 29 y 30, se hallan escritos sobre la dirección de las misiones en Madre de Dios entre 1948 y 1949, revelando la organización y funcionamiento de estas labores eclesiásticas en el Perú a mediados del siglo XX.
La respectiva declaratoria se efectúa a través de la Resolución Viceministerial Nª 000105-2025-VMPCIC/MC con firma de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa.