Confirman 7 años de cárcel para sujeto acusado de tocamientos indebidos

Nota de prensa
El hombre aprovechando que la menor se encontraba sola, en dos oportunidades tocó las partes íntimas de la agraviada, quien en un principio no contó nada por miedo.
sentenciado
primera sala

Fotos: Imagen Institucional

Oficina de Imagen

27 de junio de 2024 - 10:20 a. m.

En sentencia de segunda instancia, la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte de Ucayali confirmó la condena de siete años de prisión efectiva a Raúl Ramírez Ijuma, como autor del delito de actos contra el pudor en menores, en agravio de una niña.

Asimismo, los miembros de la sala cursaron los oficios correspondientes a la Policía Nacional para la ubicación y captura del sentenciado y posterior internamiento en el Centro Penitenciario de Pucallpa.

De esta manera, se desestimó el recurso de apelación de la defensa de Raúl Ramírez Ijuma, que planteaba la nulidad de la resolución que condenó a su cliente por vulneración del principio de correlación entre acusaciones y sentencia, principio de congruencia y derecho a la presunción de inocencia.

¿Qué sucedió?


El 13 de septiembre de 2020, siendo las 6 de la tarde, la menor víctima de tocamientos indebidos ingresó a la habitación de su mamá llorando para contarle que en el 2012 y 2014 Raúl Ramírez Ijuma le había tocado sus partes íntimas, y que no contó nada por miedo a que el hombre pudiera hacer algo malo en contra de la familia.

Indignada por los hechos vividos por su hija, la señora inmediatamente se dirigió a la comisaría a denunciar al agresor.

De acuerdo con la fiscalía, la historia de esta menor data de marzo de 2012. Ese año, cuando tenía 5 años, en compañía de su abuela, se dirigió a una vivienda ubicada en la av. Perú del A.H. 29 de Octubre, distrito de Manantay.

Mientras la abuela se encontraba conversando la menor se dirigió a la huerta de la casa. En ese momento el agresor, aprovechando la oscuridad y que la niña estaba sola, le tocó sus partes íntimas. Asustada quiso gritar, pero Raúl Ramírez le tapó la boca cuando la abuela salió a buscarla.

En el 2014, cuando la menor tenía 7 años, estos hechos volvieron a repetirse. Mientras la niña se encontraba durmiendo en la sala de la misma vivienda de Manantay, el sentenciado se acercó a ella y la volvió a tocar.

Como aconteció la primera vez le tapó boca y salió de la casa como si nada hubiera ocurrido. La menor una vez más calló por miedo.

Los hechos que le tocó vivir a la niña fueron tan impactantes, que pese a los años transcurridos los recuerdos la atormentaban, concluyó la pericia psicológica. Ya con 13 años de edad, la agraviada decidió contar la verdad.