Ratifican sentencia de más de 21 años de cárcel para hombre que participó en homicidio
Nota de prensaEl 7 de mayo de 2021, el condenado condujo al asesino a la casa de la víctima y una vez consumado los hechos lo ayudó a escapar.


Fotos: Imagen Institucional
26 de mayo de 2024 - 6:05 p. m.
La Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte de Ucayali confirmó la sentencia de 21 años y 8 meses a Guido Brayan Veramendi Rojas, como cómplice primario del delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de homicidio calificado, en agravio de Leo Ariel Ponce Martínez. De esta manera, la Sala declaró infundado el recurso de apelación presentado por la defensa técnica del condenado.
Los miembros de la Sala, integrado por los jueces Dr. Federik Rivera Berrospi, Dr. Hermógenes Lima Chayña y Dr. Marco Antonio Espíritu Matos, asimismo le impusieron la suma de S/ 40 000 como reparación civil a Veramendi Rojas, que deberá ser pagado a favor de la sucesión intestada del agraviado.
Los hechos
Según el Ministerio Público, siendo las 4 de la tarde del 7 de mayo de 2021, el sentenciado llamó por teléfono al testigo protegido 001 para solicitarle que le preste su motocicleta, a lo que él accedió.
A las 6:30 de la tarde de ese mismo día, el sentenciado que iba de piloto se dirigió, en compañía de un hombre delgado y alto vestido con una capa de lluvia de color negro, a Los Nogales-Pampa Yúrac, Aguaytía, en donde vivía el agraviado Leo Ariel Ponce Martínez.
Una vez en el lugar, el hombre delgado y alto ingresó a la vivienda de la víctima, quien en ese momento se encontraba sentado en una silla perezosa, se acercó a él y le disparó dos tiros en el pómulo izquierdo, para acto seguido darse media y vuelta y fugarse en la motocicleta donde lo esperaba el sentenciado.
Tras escuchar los disparos, los familiares del agraviado lo auxiliaron y trasladaron al centro de salud, a donde llegó cadáver.
Media hora después de los hechos de sangre, Guido Brayan Veramendi Rojas llamó por teléfono al testigo 001 para informarle que su motocicleta había sido parte de un homicidio y que no se preocupara porque le iban a devolver otro vehículo o en su defecto US$ 2000, pero para ello tendría decir a la policía que su trimovil fue sustraído por las inmediaciones de la tienda Alvarado.
Agregó que de no mantener la boca cerrada esos patas, que habían matado a Ponce Martínez, lo iban a asesinar, porque eran gente de fuera.