Unidad de Flagrancia de Ucayali: Dictó nueve meses de prisión preventiva a investigado por el delito de extorsión

El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio de Flagrancia de Coronel Portillo, a cargo de la jueza Lilia Del Águila Moncada, dictó nueve meses de prisión preventiva contra Ali Arancibia Góngora, investigado por la presunta comisión del delito contra el patrimonio, en la modalidad de extorsión, en agravio de Micevith Mozombite Tulumbá, Ingrid Mercedes Mozombite Ortiz, Loti Ordoñez Paima, Jean Carlos Valderrama Mejía, Enith Ahuanari Pacaya, Veru Delma Rodríguez Guerra, Rosario Celmira Rengifo Galán, Milagros de Jesús Pérez Gonzales, Eri Llumi Reátegui y Ricardo Bazán Mendoza.

La medida fue impuesta el 15 de octubre de 2025 y vencerá el 14 de julio de 2026, tras la audiencia de prisión preventiva en la que la magistrada escuchó y evaluó los argumentos presentados por el representante del Ministerio Público y la defensa técnica del investigado. Asimismo, verificó el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 268 del Código Procesal Penal y la jurisprudencia aplicable sobre la prisión preventiva.

Según el requerimiento fiscal, el 15 de octubre de 2025 los agraviados hallaron en sus negocios hojas impresas con mensajes extorsivos que exigían el pago de S/5 al Yape, mediante el número 912 364 658, a cambio de supuesta seguridad. La investigación señala que Ali Arancibia Góngora, junto con otros sujetos aún no identificados, habría distribuido dichas hojas la noche anterior. Además, se comprobó que la agraviada Rosario Celmira Rengifo Galán, por temor a las amenazas, efectuó un depósito al referido número vinculado al imputado.

Tras las denuncias presentadas por los agraviados, la Fiscalía señala que la Policía Nacional del Perú inició las investigaciones y detuvo a Ali Arancibia Góngora el 15 de octubre de 2025, alrededor de las 6:00 p.m., en las inmediaciones de la carretera La Restinga de Yarinacocha. Durante la intervención se le incautó un teléfono celular y cuatro hojas con los mismos mensajes extorsivos distribuidos a las víctimas. Por estos hechos, se le atribuye la comisión del delito de extorsión, en calidad de autor, por haber empleado amenazas para obtener una ventaja económica de los agraviados.