Juzgado Penal Colegiado Permanente sentencia a cadena perpetua a procesados por secuestro y porte de armas

El Juzgado Penal Colegiado Permanente de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, integrado por las magistradas Asela Barbarán Ríos y Janeth Pizarro Osorio y el juez Roy Ruiz Dávila, emitió un adelanto de fallo condenatorio contra Eugenio Ribeiro Tuesta, Gian Franco Quiroz Meléndez, Michael Tenorio Monteluis, Arnol Bardales Rodríguez y Alex Eduardo Gómez Zevallos, como coautores del delito contra la libertad en la modalidad de secuestro, en agravio de Tony Canayo Vásquez, Sanith Franco Pinedo, Julio Franco Huamán y tres menores de edad. Además, fueron hallados culpables del delito contra la seguridad pública, por la fabricación, comercialización, uso o porte de armas de fuego, en agravio del Estado.

Como consecuencia, se impuso a los cuatro sentenciados la pena de cadena perpetua, además de la inhabilitación definitiva para obtener licencia de porte de armas. En el caso de Alex Eduardo Gómez Zevallos, el Colegiado determinó una condena de 35 años de prisión, la cual se computa desde su detención, el 4 de noviembre de 2023, y culminará el 3 de noviembre de 2058, siempre que no exista otro mandato judicial en su contra.

Asimismo, se fijó una reparación civil de S/15000 que los sentenciados deberán pagar solidariamente: S/10000 por el delito de secuestro, a favor de las víctimas, y S/5000 por el delito de porte de armas, a favor del Estado.

De acuerdo con la tesis fiscal, el 1 de noviembre de 2023, los acusados ingresaron al Fundo Bellavista, ubicado en el sector Quebrada Carbajal del distrito de Tournavista, donde residía Julio Franco Huamán con su familia. Según la investigación, los procesados actuaron motivados por un presunto deseo de venganza por la muerte de Jairo Shuña Tanchiva, ocurrida en 2020, hecho por el cual Tony Canayo Vásquez, uno de los agraviados, enfrenta un proceso penal en el Juzgado de Investigación Preparatoria de Campo Verde.

El 2 de noviembre, conforme a la acusación fiscal, aproximadamente a las 6:00 a. m., los cinco sentenciados irrumpieron armados y con el rostro cubierto en el predio, portando escopetas y un revólver, presuntamente proporcionados por familiares de la víctima. Redujeron a Julio Franco en su cocina, lo amenazaron exigiéndole armas de fuego, lo acusaron falsamente de ser terrorista y lo señalaron como líder de un grupo armado. También sacaron a Tony Canayo de su dormitorio, lo interrogaron bajo amenazas y agredieron físicamente a Julio Franco. Todos estos hechos fueron presenciados por tres menores de edad, quienes quedaron impactados por la violencia ejercida contra su familia.