Imponen preventiva a presunto comercializador de drogas de Laureano del Águila
Nota de prensaLa intervención se produjo tras recibir información confidencial de una fuente anónima, que alertó sobre actividades de venta de drogas al menudeo en la zona.

Fotos: Oficina de Imagen Institucional
19 de agosto de 2024 - 12:04 p. m.
El Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Coronel Portillo, a cargo de la jueza Dra. Irene Hidalgo Armas, dictó nueve meses de prisión preventiva contra Brad Geordy Guerra Amasifuén, y comparecencia con restricciones contra su hermana, Mayumi Karina Guerra Amasifuén. Ambos enfrentan cargos por la presunta comisión del delito de promoción al consumo ilegal de drogas tóxicas mediante actos de tráfico. La fiscalía sostiene que se dedicaban a la dosificación y comercialización de drogas en su domicilio, ubicado en el distrito de Manantay.
Los hechos
El 21 de junio de 2024, una operación policial realizada por el equipo de AREANT-Ucayali llevó al descubrimiento de una importante cantidad de drogas en la vivienda de los hermanos Guerra Amasifuén, ubicada en el jirón Laureano del Águila, en el distrito de Manantay. La intervención se produjo tras recibir información confidencial de una fuente anónima, que alertó sobre actividades de venta de drogas al menudeo en la zona.
Aproximadamente a las 21:10 horas, la policía observó a Brad Guerra en la puerta de su vivienda mientras realizaba una presunta transacción con otra persona que llegó en motocicleta. Al ser intervenido, Brad Guerra admitió ser consumidor de drogas, aunque negó estar involucrado en la venta de sustancias ilícitas. Sin embargo, al registrar la vivienda con la autorización de los imputados, la policía encontró 161 envoltorios de Pasta Básica de Cocaína (PBC), con un peso inicial aproximado de 46 gramos, y que tras ser procesados, arrojaron un peso final de 9 gramos.
Además, incautaron 9 bolsas plásticas selladas en ambos extremos, que contenían un total de 17 gramos de marihuana (Cannabis Sativa). Este hallazgo inicial fue acompañado por la incautación de más drogas en otras partes de la casa. En una cartera colgada en la pared del dormitorio de Mayumi Karina Guerra Amasifuén, se descubrió otra bolsa de marihuana con un peso de 67 gramos. En el dormitorio, debajo de una mesa, se halló una bolsa negra con una bolsa transparente dentro, que contenía 93 gramos adicionales de marihuana.
En total, se encontraron 117 gramos de marihuana y 9 gramos de PBC, claramente empaquetados y listos para su distribución. Además de las drogas, la policía confiscó 13 teléfonos móviles de diferentes marcas, algunos en funcionamiento y otros inoperativos, presuntamente utilizados para coordinar las ventas de droga.
Decisión judicial
La jueza emitió su resolución tras analizar los argumentos de la fiscalía y la defensa. El Juzgado dictaminó prisión preventiva para Guerra Amasifuén, alegando el peligro de fuga y la gravedad de la pena esperada, que podría superar los ocho años de privación de libertad, según lo estipulado en el artículo 296 del Código Penal.
Mayumi Karina Guerra Amasifuén, por su parte, fue sometida a comparecencia con restricciones debido a la falta de pruebas contundentes sobre su involucramiento directo en la promoción de drogas. La jueza ordenó que la acusada firme en la fiscalía cada treinta días, prohíba su salida de la región sin autorización judicial y no concurra a lugares de dudosa reputación. Sin embargo, la fiscalía interpuso un recurso de apelación para modificar esta medida y solicitar también su encarcelamiento preventivo.
Argumentos judiciales
La decisión de la jueza se basó en varios factores. Primero, la magnitud del delito, pues el tráfico ilícito de drogas es considerado de gran impacto social y representa un peligro abstracto para la salud pública. En segundo lugar, se consideró la gravedad de la pena a imponerse, que según la fiscalía superaría los cinco años, por lo que existe un alto riesgo de fuga. En el caso de Brad Guerra, no se acreditó un arraigo laboral sólido que garantice que permanecería en la región durante el proceso.
La jueza también consideró que los hechos ocurrieron dentro del domicilio de los acusados, lo que refuerza el control que tenían sobre las actividades ilícitas en la vivienda. Esto, sumado a la flagrancia del delito y el hallazgo de elementos probatorios como envoltorios de droga y dinero en efectivo, justificó la necesidad de una medida coercitiva más severa en su contra.
Para Mayumi Guerra, aunque se hallaron drogas en su dormitorio, la defensa argumentó que ella no tenía control directo sobre las operaciones de tráfico, lo que llevó a la jueza a imponer una medida menos restrictiva. A pesar de esto, la fiscalía apeló la decisión, argumentando que también debería someterse a prisión preventiva.