Imponen prisión preventiva a abuelo denunciado por presuntos tocamientos a su nieta

La magistrada Dra. Irene Hidalgo Armas, del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria ordenó el internamiento preventivo en el penal de Pucallpa por siete meses para José G.H.A, de 57 años, en el marco de la investigación que se le sigue por el delito de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos en agravio de su nieta, una niña de 4 años.

La madre de la víctima convivía con el imputado, quien es su padre, y sus dos hijos en el distrito de Manantay. Según la denuncia, el día 30 de junio de este año la víctima mientras estaba siendo cambiada por su progenitora le dijo que le dolía su parte íntima cuando intentaba secarla.

Su mamá, preocupada, le mostró un peluche y le pidió que señale donde específicamente le dolía, a lo que la niña tocó la parte de abajo del peluche. Cuando le preguntó qué ocurrió, según la versión de la denunciante, la agraviada refirió que su abuelo introdujo su dedo en sus partes íntimas.

La Fiscalía presentó ocho elementos de convicción (pruebas) en el caso, comenzando con una denuncia verbal realizada por la madre de la víctima. En su declaración, la madre indica que su hija menor le reveló que su abuelo la había violado. Tras esta denuncia, se llevó a cabo una intervención policial en el domicilio del imputado, donde se detuvo al abuelo alrededor de las 22:50 horas.

Durante la investigación, se recabaron testimonios, incluyendo el de un hermano de la víctima, de siete años, quien corroboró que el abuelo había tocado a su hermana. Sin embargo, el certificado médico legal no encontró lesiones que confirmaran una violación, sugiriendo que se trataba de tocamientos. A pesar de la negativa del imputado sobre los hechos, la declaración de la menor en una cámara Gesell fue crucial, ya que ella describió cómo su abuelo la había tocado y confirmó que esto había ocurrido en varias ocasiones.

Finalmente, se evaluó el riesgo que enfrenta la menor, encontrando que tiene un riesgo severo. La defensa del imputado intentó desacreditar la denuncia, sugiriendo que la madre podría tener motivos para acusar, dado que supuestamente había sido víctima de abuso por parte del mismo imputado en su infancia. Sin embargo, la consistencia de los testimonios y la declaración de la menor en la cámara Gesell fortalecen la acusación.

Para imponer la prisión preventiva, la posible pena a imponerse debe ser superior a los cinco años, en este caso, la pena mínima es no menos de nueve años, y aunque se acogiera a una terminación anticipada o algún otro beneficio premial, la pena no se reduciría a al menos de cinco años, cumpliendo así este requisito.

En relación al peligro procesal, específicamente el peligro de fuga, la fiscalía indicó la falta de arraigos del imputado. La defensa presentó un certificado de posesión del lugar donde ocurrieron los hechos, lo que demuestra que el lugar existe tras una constatación domiciliaria. Además, se presentó una declaración que confirma que el imputado trabaja en un restaurante, lo que establece un arraigo laboral. En cuanto al arraigo familiar, aunque el imputado tiene una hija que es la denunciante y dos nietos, este vínculo se ha visto afectado por los hechos, lo que indica un peligro de fuga debido a la carencia de un arraigo familiar sólido.