Alicia y Lizbeth: una historia de superación y motivación incansable

Alicia Miranda no ha perdido la fe en el porvenir de quien es la luz de sus ojos y su razón de ser: Lizbeth Tapara Miranda.

Ambas viven en el distrito de Nuñoa en el departamento de Puno. Aunque las circunstancias han sido desalentadoras a lo largo del camino, el amor de la madre ha motivado a su hija a superarse.

Alicia cuenta que Lizbeth con discapacidad intelectual, quien hoy tiene 31 años de edad, adquirió discapacidad motora a los 2 meses debido a una negligencia médica.

“A los dos meses de nacida, como tenía mucha fiebre la llevé al hospital y le pusieron inyección. Después de eso, tuvo parálisis, su cuerpo ya no respondía. El doctor dijo ´va a pasar´. En diciembre cambiaron a los doctores y se fueron. Cuando tuvo dos años, la llevé a la clínica San Juan de Dios, ahí le hicieron terapia, pero no podía levantarse”.

A pesar de la condición de salud de su hija, su empeño para motivarla ha derribado todas las barreras y, enfocada en darle lo mejor, la ha impulsado a continuar sus estudios superiores.

“Le he hecho acabar inicial, primaria y secundaria. Yo quiero que salga adelante, no quiero que se quede. Yo acabé mi primaria y me dije ´ella tiene que ser mejor, tiene que estudiar´. En el Instituto de Educación Superior Tecnológico Público de Nuñoa solo hay dos carreras, computación y contabilidad. La convencí para que vaya”.

Con el impulso y determinación de su madre, la joven inició sus estudios en contabilidad en el año 2023. Aunque por momentos el desánimo y la falta de empatía de sus compañeros la hicieron dudar de la meta que se propusieron, Alicia asegura que no dejará de alentarla.

Gran parte de esa motivación y respaldo que han encontrado para salir adelante ha sido la pensión del Programa Nacional Contigo que Lizbeth recibe desde el 2019, sumado a la venta de golosinas que realiza Alicia.

“La pensión nos ayuda para pagar la luz, el agua, comprar cuadernos, lapiceros, libros. También salgo a diario a vender golosinas en mi triciclo. Yo realmente agradezco al programa Contigo porque mucho le ayuda a mi hija. En cualquier momento puede pasar algo y quién la va a atender. Por eso, espero que pronto acabe sus estudios para que trabaje y pueda valerse por ella misma”.

Mientras ambas superan cada día con resiliencia, Lizbeth le muestra a su madre cada canción que transcribe y canta con la esperanza de que juntas seguirán superando cualquier obstáculo.

El Programa Nacional Contigo es un programa social adscrito al Midis que otorga una pensión bimestral de 300 soles y brinda un acompañamiento diferenciado a más de 142 mil personas con discapacidad severa en situación de pobreza y pobreza extrema con la finalidad de elevar su calidad de vida. En Puno, actualmente se atiende a 5484 usuarios.