Chankillo, orgullo nacional

Nota de prensa
El 27 de julio último, en el contexto de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú, la UNESCO declaró al Complejo Arqueoastronómico de Chankillo como nuevo Patrimonio Mundial.

Mario Zegarra-Valles / Dirección de Astronomía y Ciencias Espaciales

22 de setiembre de 2021 - 1:39 p. m.

El Complejo Arqueoastronómico de Chankillo se encuentra al sur de Casma, sobre la margen izquierda del río del mismo nombre. De acuerdo con los estudios realizados in situ, Chankillo habría sido una especie de Observatorio Solar, casi el único en su tipo en el mundo y el primero en América. En este lugar, los antiguos habitantes de la zona habrían aprovechado algunos marcadores del paisaje, así como otros marcadores construidos ex profeso por ellos mismos sobre la cima de una colina (13 torres, para ser exacto), con el propósito de determinar con precisión los puntos por los cuales se daban las salidas y las puestas del Sol, a medida que el año transcurría. Así, este centro ceremonial en el que se habría dispuesto de un calendario solar sofisticado estuvo plenamente operativo hace unos 2300 años.
El Observatorio Solar de Chankillo se basa en el hecho de que el Sol no sale siempre por un mismo punto del horizonte este, ni se pone siempre por un mismo punto del horizonte oeste. Es decir, no es verdad que el Sol salga siempre por el punto cardinal este y se ponga siempre por el punto cardinal oeste, como es fácil de darnos cuenta. Por el contrario, lo que se observa es que el Sol sale por diferentes puntos del horizonte a medida que el año progresa, aunque para las mismas fechas de años distintos, el Sol sí sale por los mismos puntos del horizonte prácticamente. Y lo propio para la puesta del Sol. Todos estos puntos del horizonte, de salida o de puesta del Sol, están comprendidos entre dos extremos, que suceden en momentos a los cuales llamamos solsticios: un solsticio sur, que ocurre en diciembre, y un solsticio norte, que ocurre en junio. Todos estos puntos del horizonte, de salida o de puesta del Sol, asimismo, tienen uno central, por el que el Sol pasa dos veces al año: uno mientras va del sur al norte y otro mientras va del norte al sur. A estos momentos les llamamos equinoccios: el primero ocurre en marzo y el segundo ocurre en septiembre.
Gracias a lo anterior, los astrónomos de Chankillo de seguro pudieron construir un calendario para marcar sucesos importantes repetitivos a lo largo de los años, eventos tipo ceremonias religiosas, cultivos, cosechas, fiestas o celebraciones dedicadas a nuestra estrella, entre otros.
Terminada la pandemia, considerando la última declaración de la UNESCO que llena de orgullo a nuestro país, es probable que Chankillo se convierta en un centro de peregrinación para los turistas que desean experimentar la salida o la puesta del Sol durante los momentos más destacados del año: los equinoccios y los solsticios. Queda en las autoridades locales y nacionales, entonces, adecuar el lugar para una visita amigable y de mínimo impacto, promoverlo y preservarlo, aprovechando la oportunidad para educar a los visitantes (escolares, seguramente, muchos de ellos) sobre cuestiones de astronomía, en particular del Sol. CONIDA, en este respecto, puede apoyar este objetivo.


Referencias: