Centro Nacional de Planeamiento Estratégico

La vulnerabilidad no necesariamente alude a la pobreza monetaria o a las carencias estrictamente materiales, sino más bien a otro tipo de necesidades insatisfechas que atentan contra el bienestar de la población desde el punto de vista socioeconómico y multidimensional como son los hogares: (i) sin acceso a servicios básicos; (ii) conformados por niños y niñas que trabajan y/o que presentan problemas de anemia o desnutrición; (iii) adolescentes embarazadas y mujeres que se desempeñan en el sector informal; y (iv) personas con analfabetismo, atraso escolar y con bajos niveles de comprensión lectora y razonamiento matemático. Estos hogares configuran en la población una condición de vulnerabilidad por su exposición a diversos procesos que atentan contra su nivel de bienestar y limitan que las personas alcancen su potencial. Por ello, el principal objetivo de este estudio es identificar la evolución de la condición de vulnerabilidad de las personas a nivel departamental en el 2017, a partir de la metodología propuesta por el CEPLAN (2019). Para los distintos sectores y niveles de gobierno, el índice de vulnerabilidad se convierte en una herramienta relevante para la focalización de políticas públicas hacia la población vulnerable. Además, complementa los mapas de pobreza ya que muestra una visión del bienestar de la población que va más allá del nivel de gasto de los hogares y se enfoca en presentar aquellos factores que muestran las carencias que impiden generar las oportunidades necesarias para salir del rezago en el cual se encuentra ciertos segmentos de la población.