Áspero: de botadero de basura a eje cultural, social y económico

El monumental sitio arqueológico Áspero, ciudad pesquera de la civilización Caral, ubicado en el distrito de Supe Puerto, provincia de Barranca, región Lima, cumplió, el pasado 29 de abril, 18 años del inicio de los trabajos de investigación, conservación, puesta en valor; labor realizada por la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, dirigida por la doctora Ruth Shady Solís, junto a un equipo multidisciplinario.

En este tiempo se han realizado importantes investigaciones, de interés nacional e internacional, que complementan la información obtenida sobre el desarrollo civilizatorio en el continente americano, el cual es recuperado en los trabajos arqueológicos desplegados en doce centros urbanos, entre el valle de Supe y el valle de Huaura, área norcentral del Perú.

En 1970 el arqueólogo Robert A. Feldman, excavó en Áspero, en los edificios piramidales identificados como “Huaca de los Ídolos” y “Huaca de los Sacrificios”, recuperando estatuillas y algunos entierros; sin embargo, por falta de difusión el asentamiento fue convertido en botadero de basura municipal, por tres décadas.

Con esa información, y ya iniciadas las investigaciones sobre el desarrollo civilizatorio en 1994, en la Ciudad Sagrada de Caral con una proyección arqueológica, se logró firman un convenio, en 2005, con la Municipalidad de Supe Puerto y otras instituciones, para rescatarlo y convertirlo en un eje cultural, social y económico, en beneficio directo de las poblaciones de su entorno. Ese mismo año se logró retirar  8400 toneladas de basura moderna  depositadas sobre el sitio arqueológico.

El trabajo multidisciplinario, a lo largo de 18 años, ha permitido identificar que Áspero, ubicado en el litoral del valle de Supe, fue un centro urbano que cumplió un importante rol en el desarrollo de la civilización Caral, convirtiéndose en una fuente de recursos marinos, principalmente de Anchoveta, y puerto de intercambio de productos provenientes de costa, selva y sierra.

Entre la gran cantidad de hallazgos en este sitio arqueológico, destacan la producción de herramientas para la obtención del recurso marino, como anzuelos de diferentes tamaños (usados según el tipo de pez) elaborados de conchas o huesos de animales; redes de pesca, también de diferentes tamaños, junto a flotadores de mate y pesas líticas.

En contextos funerarios se hallaron objetos que habrían provenido de otras regiones del país. Por ejemplo, los “ojos de Dios”, plumas de guacamayo y paucar, esculturas de mono aullador, provenientes de la selva; camote, algodón, frijol y zapallo, de los valles costeros; macha, choro zapato y peces como la anchoveta, de la costa; huesos de cóndor,  crisocola, de la sierra; entre otros productos, demostrando la relación interregional que habría existido. A ello se agrega las cuentas y dijes elaborados de Spondylus, el cual pudo ser traído desde Ecuador, norte del Perú. 

En Áspero se identificaron siete edificios piramidales, relacionados a ritos, actividades sociales y relacionados con la clase dirigente; también almacenes de alimentos, residencias, grandes áreas de conchales, entre otros.

Entre los edificios piramidales destacan: Huaca de los Ídolos, Huaca de los Sacrificios y Huaca Alta, y es en la primera que se encontró uno de los más destacados entierros en la civilización Caral: la Dama de los Cuatro Tupus, una mujer de la élite de esta milenaria sociedad, y considerada, por la Archaeological Institute of America (AIA), como uno de los diez descubrimientos más destacados para la ciencia y la cultura, en 2016. 

Su nombre viene, precisamente, de los tupus o prendedores elaborados de huesos de animales que portaba, en los cuales se puede apreciar la imagen de monos aulladores y aves del litoral, símbolo que, sumado a otros hallazgos, representan la relación andino-amazónica.

Este hallazgo, en particular, refuerza la teoría de que en la civilización Caral existió la complementariedad de género, pues tanto varones como mujeres podían ocupar importantes cargos sociales y políticos.

En Áspero, además, se encontraron evidencias de que ambos géneros se dedicaron a la pesca y recolección de moluscos, los cuales eran almacenados para su consumo y posterior intercambio. Para la conservación de los recursos marinos, como los peces, estos eran salados y tendidos para ser secados al sol. La técnica de secado de Anchoveta, en la actualidad, es reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación.

Es un vasto conocimiento que se ha recuperado sobre el desarrollo del centro urbano Áspero, uno de los doce investigados por la Zona Arqueológica Caral. Historia que, también, viene siendo transmitida a la población en general, y, en especial, a la que habita cerca al sitio arqueológico, para generar identidad y reflexiones, para llegar a ser un país desarrollado. Por ello, se organizan diversas actividades como talleres dirigidos a escolares de inicial y primaria, en coordinación con la UGEL de Barranca.

Conoce Áspero, ciudad pesquera de la civilización Caral, visitándola de lunes a domingo, incluyendo feriados, de 10:00 a. m. a 4:00 p. m. Asimismo, puedes visitar los diferentes atractivos turísticos que se encuentran en Supe Puerto, disfrutar de su gastronomía y puntos de recreación.