DÍA NACIONAL DE LAS LEGUMBRES: PRODUCTOS ANDINOS CONSUMIDOS EN LA CIVILIZACIÓN CARAL

Nota Informativa
Las legumbres y la anchoveta aseguraron la alimentación y promovieron el intercambio de productos en el área norcentral del Perú.

Comunicación e Imagen Institucional ZAC

16 de julio de 2020 - 7:59 p. m.

La doctora Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora del Ministerio de Cultura, participó en el conversatorio organizado por el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), denominado «Legumbres, nuestra herencia cultural» donde expuso sobre los productos andinos consumidos por los pobladores que habitaron en los diferentes centros poblados de la Civilización Caral, considerada la más antigua de América.

Durante su ponencia virtual, en el marco del Día Nacional de las Legumbres (12 de junio), Shady Solís indicó que, de acuerdo a la evidencia arqueológica, los pobladores de Caral -hace 5000 años- consumieron: frijol, pallar, pallar del monte, pacae, algarrobo y el pajuro (frijol de árbol), que en Caral es conocido como “chimpi”, nombre en quechua.

“Hay que señalar que le dieron importancia al maní, estaba domesticado. Se encontraron restos en la Ciudad Sagrada de Caral y en Áspero, ciudad pesquera de Caral”, acotó.

En ese sentido, indicó que los centros poblados de esta civilización, del litoral y del valle, intercambiaron sus productos. “Hubo una complementariedad económica entre los asentamientos del valle, que se dedicaron a la agricultura, y los asentamientos del litoral, que se dedicaron más a la pesca”.

Asimismo, sostuvo que los antiguos pobladores, del área norcentral del Perú, construyeron “almacenes”, para que los productos agrícolas, como las legumbres, y el recurso marino, como la anchoveta (producto extraído en gran cantidad en Áspero - Supe Puerto), puedan conservarse deshidratados y ser consumidos en el tiempo.

“El pallar y el frijol, el frijol de árbol, en el caso de Supe, combinados con la anchoveta fueron la base alimentaria que le dio seguridad a la salud y al desarrollo de estas poblaciones de la civilización Caral”, comentó.

La arqueóloga sanmarquina, afirmó que los centros poblados del valle de Supe, no solo intercambiaron productos con pobladores del litoral, sino que se han identificado productos que se encuentran en otras partes del país, como de la selva y de la sierra. “Hubo un intercambio interregional”, dijo.

“La achira, llamó mi atención. Es impresionante la cantidad de su consumo. Actualmente en el valle nadie lo consume; sin embargo, en otros países sí se produce, hasta de manera industrial. Muchos de los esfuerzos de nuestras poblaciones ancestrales han quedado en el pasado y se han ido perdiendo como la jíquima, que pocos reconocen, y el frijol de árbol”, agregó.

Finalmente, precisó que el intercambio de productos, en la época de Caral, entre la costa, sierra y selva, se logró a través del uso del idioma quechua, que de acuerdo a los lingüistas tuvo su origen en esta parte del territorio. “Fue usado como lengua franca o lengua de relación por ese interés de intercambiar productos, con una visión de cuenca y un trabajo de respeto compartido para asegurar la alimentación”, dijo.

CRISIS CLIMÁTICA

Por otro lado, Ruth Shady pidió a los participantes, expertos en temas agrarios, tener en cuenta el cambio climático, al que ha ingresado el mundo. “Arqueológicamente causó un colapso en la civilización Caral, después de mil años de haber tenido un gran desarrollo e interrelación. Actualmente, en Perú ha desaparecido el 40 % de nuestros nevados y no sabemos de dónde tener agua en el futuro si desaparecen”.

Sostuvo que, con el calentamiento global, vendrá la sequía, como sucedió hace miles de años en Caral. “Terminó en un colapso muy intenso, que duró más de 100 años, e hizo que se abandonaran los centros urbanos”.

“Casi en la misma época sucedió esta crisis en los centros urbanos del norte de Mesopotamia y en la civilización de la India. Entonces, es un cambio climático mundial, que ocasionó migraciones, crisis y colapsos de grandes civilizaciones como la Arapa de la India, la Mesopotámica y probablemente de las otras, y en América, está el caso de Caral”, indicó.

Shady Solís, precisó que, debido a la crisis climática, que provocó el abandono de los centros urbanos, se perdieron las evidencias de registro de legumbres. “Sin embargo, en el siguiente período, si se registran evidencias de frijoles, pallares, pallar del monte, volvieron todas las legumbres que se consumían. La interacción que se dio a través del tiempo hizo que estas legumbres, en complementariedad con otros alimentos de costa, sierra y selva, fueran de gran significado”.

Mira la exposición completa en: https://bit.ly/2B7coLj