DÍA DEL ARQUEÓLOGO Y SU APORTE A LA SOCIEDAD
Nota Informativa
11 de abril de 2020 - 5:15 p. m.
La Arqueología en nuestro país está de fiesta, y es que hoy, 11 de abril, celebramos el “Día del Arqueólogo”, en honor a Julio C. Tello, considerado el Padre de la Arqueología Peruana, y en reconocimiento a todos lo arqueólogos que se empeñan en estudiar, comprender, recuperar y revalorar nuestro patrimonio cultural, rescatando los valores de las antiguas sociedades andinas.
Entre los arqueólogos que destacan, se encuentra la doctora Ruth Shady Solís, antropóloga, arqueóloga y educadora peruana, reconocida por la revalorización y datación de Caral, la civilización más antigua de América (3000 – 1800 a.C.). Actualmente es directora de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora del Ministerio de Cultura; catedrática de pregrado, directora de la Escuela Académica Profesional de Arqueología y vicedecana de Investigación y Postgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM); y, desde 2012, Punto Focal Peruano del Programa Mujeres para la Ciencia de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS, por sus siglas en inglés).
También la actual ministra de Cultura, Sonia Guillén Oneeglio, bioarqueóloga graduada en la UNMSM y la Universidad de Michigan, directora del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Fue elegida asociada extranjera por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NAS), en 2012, y es reconocida como una de las principales expertas en momias.
Así como ellas, el Perú tiene a otros reconocidos arqueólogos como, por ejemplo: Viktoria María Reiche Neumann o María Reiche, arqueóloga y matemática germano-peruana, célebre por sus investigaciones y conservación de las Líneas de Nasca.
Asimismo, destaca Rebeca Carrión Cachot, arqueóloga, historiadora y docente peruana, quien contribuyó significativamente en la investigación científica de diversas culturas precolombinas, como Chavín y Paracas. También el arqueólogo Toribio Mejía Xesspe, quien participó en las excavaciones realizadas en Asia y Paracas (1925-1926), Ica (1927) y nuevamente en Paracas (1927-1930); y Rafael Carlos Víctor Constante Larco Hoyle, arqueólogo, investigador, escritor, ingeniero agrícola e historiador peruano. Hizo contribuciones fundamentales para el conocimiento de diversas culturas pre incaicas del norte del Perú.
Del mismo modo, resalta Federico Kauffmann Doig, antropólogo, arqueólogo e historiador, quien hizo grandes aportes al estudio de las civilizaciones del antiguo Perú, particularmente sobre la cultura Chavín y la cultura Chachapoyas.
También el antropólogo, arqueólogo y educador peruano, Luis Guillermo Lumbreras Salcedo, reconocido por impregnar una nueva perspectiva a la arqueología con valiosos aportes, no sólo en el aspecto descriptivo y analítico, sino también en el plano teórico de la definición de la arqueología peruana. Él es el impulsor de la arqueología social.
En el norte del Perú, está el arqueólogo Walter Alva Alva, descubridor de las Tumbas Reales de Sipán, entre las que destaca la del Señor de Sipán. Este hallazgo contribuyó a ampliar el conocimiento sobre la cultura Moche.
CIENCIA ARQUEOLÓGICA
La arqueología como disciplina científica se aproxima a la cultura material de las sociedades del pasado a través de distintos métodos y técnicas de otras ciencias auxiliares, como la geología, antropología física, ciencias biológicas (botánica, zoología, genética molecular, etc.), ciencias físicas, químicas, entre otras. Esto debido a que el conocimiento científico que brinda la arqueología contemporánea requiere de una aproximación multidisciplinaria e interdisciplinaria a la realidad social del pasado.
Al respecto, la arqueóloga Ruth Shady, sostiene que las Ciencias Sociales, en general, y la Arqueología, en particular, deberían ser reconocidas en el campo científico nacional por fomentar reflexiones y mejores condiciones de vida a través de las investigaciones que realiza sobre sociedades andinas milenarias.
“Si no tenemos en cuenta nuestro pasado, no podremos evaluar nuestro presente y promover los cambios que nuestra sociedad requiere (…).”, indicó.
Cabe destacar que las investigaciones sobre la Civilización Caral, cuyos resultados fueron divulgados a nivel nacional e internacional, son un claro ejemplo del aporte de la Arqueología al conocimiento científico, que incluye labores de prospección, excavación, análisis de materiales y procesamiento de la información, acorde con las exigencias epistemológicas y metodológicas de las Ciencias Sociales.
Asimismo, los vestigios arqueológicos evidencian que en esta civilización se desarrollaron diversos conocimientos científicos y tecnológicos.
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