Incendios forestales son una alerta para reforzar trabajo multisectorial por la conservacion de bosques

Los incendios forestales ocurridos en la selva central del país (Satipo) y que han afectado durante varios días grandes extensiones de bosques amazónicos (incluyendo comunidades nativas), constituyen una severa llamada de atención sobre la necesidad de fortalecer los esfuerzos de coordinación entre las diversas entidades públicas y privadas para hacer frente a los efectos negativos del cambio climático y asegurar la conservación de nuestros bosques.

Así lo indicó el Coordinador de la Unidad Zonal Desconcentrada de Satipo del Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático del Ministerio del Ambiente (MINAM), Jaime Semizo.

Asimismo, señaló que si bien no se puede identificar aún el hecho que dio origen a este desastre ecológico, el inadecuado aprovechamiento de los bosques (roza y quema), el incremento del calor temporadas de ausencia de lluvias en la región, así como la falta de una adecuada gobernanza forestal, que comprenda acciones de prevención, generan un escenario de permanente riesgo para que se repitan estos eventos que afecta a toda la población en conjunto.

“Al perder bosques, perdemos todos los servicios que nos brindan, alimentos, material prima, la fauna, asi como oportunidades de desarrollo”, indicó Semizo.

Aseveró que la tarea de asegurar la conservación no compete a un solo actor o sector, sino a todos a nivel nacional y regional, por lo que se hace necesaria una mayor articulación. En ese sentido, destacó el trabajo de coordinación que se viene impulsando desde la Comisión Ambiental Municipal de Satipo, integrada por la Reserva Comunal Asháninka, el Parque Nacional Otishi, SERNANP, la Municipalidad distrital de Río Tambo, SERFOR (Sede Satipo), la Policía Nacional de Río Negro, la ONG Promoción y Capacitación Amazónica (PROCAM) y el Programa Bosques del MINAM.

Ante los graves sucesos del incendio forestal en Satipo, la CAM conformó dos grupos técnicos; el primero para evaluar la problemática de la quema de bosques a fin de proponer acciones de prevenciones y control; y el segundo, para generar espacios para la implementación de mecanismos y estrategias que contribuyan a la gestión de la biodiversidad en el marco del cambio climático.

“Ahora más que nunca urge trabajar de forma articulada, con criterio preventivo. Los riesgos del cambio climático son reales, las consecuencias de la perdida de nuestros bosques nos afectan a todos, no solo es un tema ecológico, es un problema de desarrollo regional y nacional”, remarcó Semizo.