Más de 4800 mujeres emprendedoras reciben apoyo financiero en sus emprendimientos agrarios

Nota de prensa
Desde el 2022 se han beneficiado productoras emprendedoras rurales e indígenas a nivel nacional. Este 2024 ya empezó la inscripción para obtener una subvención económica de máximo S/154 500.
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Area de Prensa e Imagen

7 de marzo de 2024 - 12:51 p. m.

Rosa Paukai, Delia Álvarez, Esmilda Nugkuag y Ediliana Campos son 4 mujeres rurales e indígenas que viven en las regiones de Amazonas, Moquegua, San Martín y Pasco, cada una con su historia personal, pero que en sus vivencias y actividades tienen muchos elementos en común. 
 
El primero, son agricultoras asociadas, segundo, son luchadoras que buscaban una oportunidad para desarrollar sus emprendimientos y, por último, pertenecen al grupo de las más de 4800 mujeres que accedieron a la Estrategia de Emprendimiento de la Mujer Rural e Indígena (EEMRI) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI). 
 
Como se sabe desde este 4 al 26 de marzo están abiertas las inscripciones para las organizaciones agrarias que quieran acceder al beneficio de la subvención económica de hasta 30 UIT o S/154 500 que otorga Agroideas, entidad perteneciente al MIDAGRI, que por tercer año busca beneficiar a miles de mujeres a nivel nacional. 
 
“Soy una mujer emprendedora, luchadora y valiente, antes éramos invisibles ante la sociedad, pero con el fondo que nos entregaron nos han fortalecido nuestra actividad (artesanía con semillas). Hemos comprado insumos y mejor material con el apoyo de Agroideas” cuenta Rosa Paukai, presidenta de la Asociación de Mujeres Artesanas de la Región Nororiental de la región Amazonas. 
 
Paukai comenta que con sus 33 socias accedieron a la EEMRI con un fondo de S/145 mil para su trabajo en biojoyería. Gracias a ello lograron comprar insumos, equipos y obtuvieron asistencia técnica para mejorar sus productos y colocar mejor su marca “Kumpia”. 
 
 
 
MISKI TUNA
“Antes era más difícil, se trabajaba la tierra con lampa y pico, ahora con estas máquinas nos han enseñado a realizar estas labores, sin el apoyo de los hombres. dice Delia Álvarez, Integrante de la Asociación de Productores Agropecuarios Miski Tuna de Yalagua de la región Moquegua. 
 
Como su nombre en quechua lo revela, la asociación Miski (dulce) Tuna se dedica al cultivo de este fruto en la región del Perú. Están integradas por 21 socias que accedieron a la EEMRI con un fondo de S/128 mil con el cual obtuvieron motocultores, fertilizantes e insumos, entre otros bienes. 
 
“Ahora al labrar la tierra nos sentimos con más autoestima porque podemos hacerlo nosotras las mujeres” refiere Álvarez al comentar sobre cómo ha cambiado su estilo de vida tras aplicar a la subvención económica enfocada para las mujeres rurales e indígenas y que continuará este año.
 
BOSQUE DE LAS NUWAS
Esta organización agraria perteneciente a la Comunidad Shampuyacu en Rioja, San Martín no pudo tener un mejor nombre para representar lo que hacen: Asociación Bosque de las Nuwas, esta última palabra en su lengua originaria de awajún que significa “mujeres”.
 
Si, de esa Amazonía que les permite a sus 70 socias mujeres trabajar con 3 plantas medicinales para elaborar “infusiones amazónicas” en la región San Martín. “Les agradecemos mucho (al Estado) de que podamos tener herramientas. Con este apoyo vamos a seguir adelante” enfatiza Esmilda Nugkuag, integrante de la asociación.
 
Nugkuag explicó como con ese fondo de S/90 mil accedieron a equipos y asesoramiento técnico por parte de Agroideas para consolidar sus emprendimientos en esta pujante zona del Perú. 
 
CACAO ASHANINKA 
En Puerto Bermúdez, Pasco encontramos a las integrantes de la Comunidad Nativa de Puerto Pascuala, un grupo de mujeres agrarias que accedieron a un fondo de S/114 mil para trabajar el cultivo del cacao. 
Nosotras cultivamos cacao como personas asháninkas. Nos han facilitado las herramientas que no teníamos, ahora si vamos a tener una buena cosecha y obtener un producto de buena calidad. Invito a más mujeres que se sumen a esta estrategia. Las mujeres sí podemos salir adelante y trabajar” asevera Ediliana Campos, beneficiaria de Agroideas. 
Estas son 4 de los miles de beneficiarias del EEMRI, queda claro para ellas que no se les regaló nada, simplemente se les brindó una oportunidad y ellas supieron aprovecharla. Aplicaron muy bien a la subvención y gracias a su perseverancia y trabajo colectivo obtuvieron frutos en sus emprendimientos.