Gobierno y gestión de datos

El gobierno de datos es el conjunto de políticas, procesos y estándares que aplican las entidades públicas para garantizar que sus datos sean seguros, precisos, confiables, accesibles y protegidos. Esto permite un uso ético y eficiente, alineado con los objetivos institucionales.

Por otro lado, la gestión de datos es la puesta en práctica de esas políticas y procedimientos, para administrar correctamente los datos durante todo su ciclo de vida: desde su recolección y almacenamiento hasta su análisis, publicación o eliminación.

El principal objetivo del gobierno de datos es institucionalizar la gestión de datos como una función estratégica y transversal en cada entidad pública, asegurando su sostenibilidad en el tiempo.

Rol del Centro Nacional de Datos (CND)

El Centro Nacional de Datos (CND) impulsa y acompaña la implementación del gobierno de datos en las entidades públicas a través de:

  • La elaboración de modelos, lineamientos, políticas y estándares.
  • El acompañamiento técnico a las entidades que lo requieran.
  • La aplicación del Modelo de Evaluación de la Madurez del Gobierno y la Gestión de Datos, que mide el nivel de desarrollo institucional en este ámbito.
  • El apoyo en la creación y ejecución de hojas de ruta y planes de acción basados en los resultados de la evaluación.

¿Por qué es importante el gobierno de datos?

  • Establece una visión común sobre los datos dentro de la entidad.
  • Facilita el manejo de grandes volúmenes de información, asegurando su organización y disponibilidad.
  • Fortalece las capacidades institucionales y normativas para una gestión eficiente.
  • Incrementa la confianza en los datos al garantizar su calidad y trazabilidad.
  • Rompe silos de información, promoviendo una gestión integrada entre áreas.
  • Genera valor público a partir de los datos, facilitando su reutilización e integración interna y externa.

Beneficios del gobierno de datos

  • Mejora los servicios públicos y la atención al ciudadano.
  • Facilita el intercambio de información entre áreas e instituciones.
  • Promueve la transparencia y rendición de cuentas.
  • Moderniza los sistemas de información.
  • Permite diseñar y evaluar políticas públicas basadas en evidencia.
  • Ayuda a identificar y anticipar problemas en procesos institucionales.
  • Refuerza la seguridad y protección de los datos.
  • Mejora el acceso, uso y reutilización de los datos institucionales.