Gran Procesión Internacional del Señor de los Milagros congregó a miles de fieles en Roma y en el Vaticano
Nota de prensaLa Embajada del Perú ante la Santa Sede acompañó las celebraciones en homenaje del Señor de los Milagros que reunió a fieles peruanos residentes en más de 55 ciudades del mundo.





Fotos: Embajada del Perú ante la Santa Sede
21 de octubre de 2025 - 12:18 p. m.
Entre el 17 y el 19 de octubre, la Embajada del Perú ante la Santa Sede acompañó las actividades centrales de la Gran Procesión Internacional del Señor de los Milagros, realizadas en Roma y en la Ciudad del Vaticano en el marco del Jubileo de la Esperanza 2025. Las celebraciones, organizadas por la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma, congregaron a miles de devotos y representantes de hermandades provenientes de América, Europa y Asia, en una manifestación de fe, identidad y unidad de la comunidad peruana en el exterior.
Las jornadas comenzaron el viernes 17 de octubre con una Misa en la Iglesia del Santissimo Redentore, seguida de una reunión informativa y un encuentro fraterno con los peregrinos que se encontraban ya en Roma. El sábado 18, la Basílica de Santa María degli Angeli e dei Martiri acogió la Santa Misa oficiada por el Padre Leonir Mario Chiarello, Superior General de la Congregación de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), y contó con la participación del coro de la Escuela de Arte Musical de París, conformado por alrededor de cien niños franceses. Tras la Santa Misa, se dio inicio al recorrido procesional desde Piazza della Libertà hasta Piazza Pía, en medio de un ambiente de fervor, música y oración.
El momento culminante tuvo lugar el domingo 19 de octubre, cuando el anda del Cristo Morado ingresó en las primeras horas de la mañana a la Plaza de San Pedro, antes del inicio de la misa de canonización de siete beatos (Armenia, Italia, Papua Nueva Guinea y Venezuela) que congregó a 70 mil personas. Al término de la oración del Ángelus, la imagen del Señor de los Milagros recibió la bendeción del Papa León XIV. Con posterioridad, trasladada la imagen en procesión a la Basílica de San Pedro, el Cardenal Pedro Barreto presidió la Santa Misa en honor al Señor de los Milagros, acompañado por varios cientos de fieles peruanos y latinoamericanos.
Al término de la Santa Misa, el Encargado de Negocios de la Embajada del Perú ante la Santa Sede, Ministro en el SDR Manuel Carrasco Estrada, expresó el agradecimiento del Perú al Santo Padre “por permitir que la Gran Procesión Internacional del Señor de los Milagros ingrese a la Ciudad del Vaticano, no obstante tratarse de un día muy ocupado para la Santa Sede”, y resaltó que la participación de representantes de hermandades de comunidades peruanas residentes en más de 55 ciudades del mundo constituye “un hecho espiritual sin precedentes que proyecta al Perú como una sociedad de profunda fe y tradición”.
El Encargado de Negocios de la Embajada del Perú ante la Santa Sede comentó que fue un llamado del Papa Francisco a contribuir con las celebraciones del Jubileo 2025 lo que llevó a la Embajada del Perú ante la Santa Sede, junto con la Hermandad del Señor de los Milaros en Roma, a pensar que este año tenía que ser especial y empezaron a trabajar de la mano en octubre de 2024. Al mencionar el apoyo a la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma en su rol de organizadora de la gran procesión, el funcionario diplomático felicitó a las Hermandades del Señor de los Milagros por su entrega, porque son un ejemplo para todos los peruanos, porque es la sociedad civil la que esta sacando adelante este gran esfuerzo de entrega, sacrificio, de trabajo conjunto y porque muestra que cuando los peruanos nos unimos somos capaces de grandes logros.
Las actividades en homenaje al Señor de los Milagros concluyeron con una procesión de clausura desde la Basílica de San Pedro hacia el Largo dei Mutilati ed Invalidi di Guerra, en medio de cantos y oraciones que reafirmaron la devoción al Señor de los Milagros como símbolo de esperanza y posibilidad de construir una vida más sana, más justa, más humana, a imagen y semejanza de Cristo.




