¿Cómo detectar un caso de ciberacoso en el aula e intervenir como docente?

El ciberacoso o ciberbullying, también llamado acoso virtual, se produce cuando un niño, niña o adolescente es hostigado psicológicamente por otro menor de edad, a través de medios digitales, como las redes sociales.

Una encuesta realizada a 145.426 niños, de 8 a  12 años, en 30 países, determinó que el 45 % lo sufrió, siendo la problemática más frecuente de Internet para ellos.

Prevención

Por eso, como docente, debes tomar acciones para evitar que se produzca este mal entre tus estudiantes. Algunas medidas son:

  • Promover espacios de relación positiva entre estudiantes.
  • Realizar campañas en la escuela sobre el ciberacoso y motivar a denunciarlo.
  • Superar los estereotipos y prejuicios que llevan a la discriminación.
  • Sensibilizar sobre el tema de la violencia y buena convivencia.
  • Organizar talleres para padres de familia sobre la importancia del buen uso de las tecnologías de la información y comunicación.
  • Tener un protocolo de actuación frente al ciberacoso en la escuela.
  • Motivar a los padres a vigilar las actividades de sus hijos en Internet.

Detectar casos

Toma en cuenta que, según estudios, la víctima demora meses en denunciar el hecho, por lo que debes estar atento.

Algunos de los efectos del ciberbullying en los estudiantes, son:

  • Cambios en el rendimiento escolar.
  • Baja autoestima (se considera torpe, tonto, muy bajo, etc.).
  • Cambios en la relación con sus padres.
  • Explosiones de agresividad.
  • Falta de concentración.
  • Incomodidad para trabajar con algunos compañeros.
  • Evasión en sus dispositivos electrónicos.

Frente a un caso

Si detectas un caso, o un niño, niña o adolescente te cuenta que sufre ciberbullying, te recomendamos:

  • Escuchar con atención al alumno que pide ayuda.
  • Hablar en privado con el niño agresor.
  • Dar seguimiento al caso.
  • Tomar medidas disciplinarias contra el niño agresor, según la gravedad del caso.
  • Citar a los padres del niño agresor para que realicen correcciones de conducta en su casa y consideren visitas al psicólogo.
  • Buscar intervención de los compañeros del aula para que estas conductas sean rechazadas por todos.