Historia del Distrito de Mórrope

Toda la historia que tenemos de Mórrope, viene de escasos artículos escritos por entusiastas locales como el cura lambayecano Justo Modesto Ruviños y Andrade (1776) quien, en la época del obispo de Trujillo, Baltasar Jayme Martínez Compañón y Bujanda, escribió una monografía que nos proporciona valiosa información para comprender la tradición e historia morropana.

Esto, sumado al difícil acceso a fuentes oficiales como los libros parroquiales (los cuales se encuentra actualmente en proceso de restauración), así como la pérdida de los archivos municipales; hace que el trabajo de reconstruir la historia de Mórrope recaiga en los archivos de Lambayeque, Trujillo y Lima.

En esta página se organiza la información obtenida, tanto de fuentes primarias como secundarias, buscando encontrar un sentido histórico de largo plazo a Mórrope.

Creación

Según los textos del cura Ruviños (quien fuese sacerdote de Mórrope en 1750), el primer sacerdote que llegó a Murrup, lo hizo el 29 de junio de 1536. Su nombre era José Antonio de Araujo, y fue el encargado de crear las dos primeras iglesias, así como de arrasar con los adoratorios públicos de los naturales de la zona, llamados Guayronas.

Es preciso señalar que Araujo fue el primer cura de Mórrope y Pacora y, que la primera iglesia que cita Ruviños, es la que actualmente se conoce como Ramada, en la cual se produjo la fundación hispana de Mórrope. El distrito fue creado mediante Decreto el 12 de febrero de 1821.

Significado

La palabra Mórrope proviene de los topónimos Murrup que significa iguana y Pe, que significa sitio o lugar. La fusión de estas dos toponimias o vocablos muchik, forman la palabra Mórrope que significa sitio o lugar de la iguana.

El origen prehispánico de Mórrope: Félam, la iguana y el agua

El asentamiento original de los actuales morropanos habría sido Félam, un sitio árido, ubicado entre Sechura y el actual Mórrope.

Ruviños recoge la versión de que, alrededor del año 1125, existía una relación comercial entre los señoríos andinos y costeños con la zona de Paita. Félam sería un sitio intermedio que, por el comercio e intercambio frecuente, fue congregando a algunas familias. Durante el período del Inca Yupanqui, habría sobrevenido en Félam una epidemia que los obligó a emigrar a la zona de Pacora.

En este punto, Ruviños inserta una tradición sobre el origen del actual Mórrope. Relata que tres pequeños que se encontraban jugando a dos leguas hacia el oriente de Pacora (donde estaban asentadas las familias de Félam), perseguían a una iguana que, a poca distancia, entró en una brecha de la tierra. Al buscarla en la profundidad, encontraron un elemento muy importante para la vida de esta gente del desierto: el agua, por lo que avisaron a sus padres.

Los pobladores formaron una iguana del propio barro que sacaron al excavar el pozo, dándole el carácter de deidad beneficiadora y dios de las aguas. Pusieron al ídolo en un adoratorio, negando a la luna y, en signo de gratitud, sacrificaron solemnemente las vidas de los tres inocentes.