Historia de Yura

El nombre de Yura viene del vocablo quechua Yuracc, que significa “blanco o blanca”. Esta palabra hace alusión al lugar donde está ubicado el pueblo de Yura Viejo, el mismo que se sitúa a las faldas de la toba o tufo volcánico que es de color blanco.

El poblamiento inicial de Yura, se dio como una ocupación temporal realizada por cazadores nómades, principalmente en las zonas altas del territorio. La zona más antigua de poblamiento del distrito, corresponde al sitio denominado "Puntillo" en Yura Viejo.

Gracias a los valiosos testimonios de los primeros pobladores, se puede establecer dos áreas de poblamiento inicial. La primera de ellas se dio en el actual distrito de Yura, mientras que la segunda se proyecta a sus alrededores.

En esta segunda etapa, el desarrollo agrícola y ganadero se encuentra relacionado a los estilos Aroni, Churajón, Collagua y a la ocupación inca. Esto se pudo comprobar al encontrar lajas pintadas, habitaciones, tumbas y cercos perimétricos amurallados de una considerable extensión.

En Yura, también encontramos el sitio arqueológico Huishui, caracterizado por las estructuras arquitectónicas, así como la abundancia de cerámica con una secuencia cronológica que abarca desde el horizonte medio (Wari), expansión Tiahuanaco – Wari, periodo Intermedio Tardío (Aruni Churajón) y Horizonte Tardío (Inca).

Entre los años 1134 y 1170, Mayta Capac, cuarto Inca, incorporó estas tierras a su vasto imperio del Tahuantinsuyo, teniendo como lugares de ocupación a Macho Yurac, Pachamarca y Huishu, entre otros.

La presencia de etnias en el valle del río Yura, se da con los Arunis, Churajón, Kuntis, procedentes de la sección meridional del valle de Yura. Además, los minchis (o pastores cordilleranos), se desplazaban constantemente a las costa y sierra.

En 1825, Yura surge como distrito de la provincia de Caylloma hasta el año 1866, cuando pasó a pertenecer a la Provincia de Arequipa, confirmado por la Ley del 03 de diciembre de 1874, nombrando como capital del distrito a La Calera.