GORE Lambayeque protege a 2,500 familias entre Reque y Monsefú ante lluvias por fenómeno de El Niño
Nota de prensa
Fotos: Oficina de Comunicaciones
12 de febrero de 2024 - 8:07 p. m.
Al menos unas 2,500 familias dedicadas a labores de campo y ubicadas en los puntos críticos de Reque y Monsefú, se beneficiarán con las obras de defensa ribereñas ejecutadas por el Gobierno Regional de Lambayeque, a través de la Gerencia Regional de Agricultura, con una inversión de un millón de soles.
El gobernador regional, Jorge Pérez, se trasladó hasta el sector Potrero en Callanca, y precisó que esta actividad se cumplió en 30 días y que la roca al volteo tiene cuatro (04) metros de altura, un (01) metro de profundidad y dos (02) metros de uña, en comparación con la intervención de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en el río Reque donde solo hubo movimiento de tierra.
La intervención ante la probable ocurrencia del fenómeno de El Niño, en el sector Potrero, distrito de Reque, consistió en la limpieza y descolmatación del río Reque, así como la conformación de bordos en una extensión de un kilómetro con roca al volteo.
“Cuando llegue el agua con más de 200 metros cúbicos por segundo, va a golpear, y en el caso de los trabajos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) va a encontrar tierra y la va a disolver, pero en nuestras obras va a encontrar piedra, mecanismo de contingencia mucho más duro”, explicó.
Pérez Flores lamentó que se ha haya hecho un trabajo aislado entre ambas instituciones cuando el Estado es uno solo y por tanto, debe garantizar un buen producto, un buen servicio y una buena actividad, pero consensuando tanto el órgano nacional como los órganos regionales.
“Es necesario establecer una ruta propositiva entre el Gobierno Regional de Lambayeque y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, para seguir avanzando en las defensas ribereñas: roca al volteo, gaviones, hexápodos, geobolsas, etc. La idea es asegurar que este trabajo por lo menos tenga una acción importante frente a la llegada de cualquier avenida sobrenatural que sobrepase su caudal normal”, anotó.
Además subrayó que no se puede duplicar esfuerzos y es conveniente unirse para establecer verdaderas obras o actividades que permitan sopesar la fuerza de la naturaleza para que el agua no sobrepase, no inunde y no haga desastres en las viviendas colindantes y zonas agrícolas.
También precisó que estás obras de ingeniería no son de ahora sino de muchos años, por lo que es importante no malgastar el dinero. “Hay que respetar el cajón hidráulico de los ríos, no podemos disminuirlos ni estrecharlos, sino limpiarlos para que tengan una mejor performance, de tal manera que cuando vengan 200, 300, 400 u 800 m³ de agua por segundo, tenga un soporte y no inunde las casas y las cientos de hectáreas de cultivo”, indicó.
Manifestó que, en 1983, 1997 y 2017 ocurrió el Fenómeno El Niño; y en el 2023 vino el Ciclón Yacu, pero no se realizaron acciones reales y todo lo que se hizo anteriormente, no ha tenido una sostenibilidad. “Ahora tenemos la posibilidad de corregir lo anterior, pero necesitamos establecer un trabajo en conjunto entre el Minagri, Gobierno Regional de Lambayeque y gobiernos locales”, recalcó.
Finalmente dijo que, si bien no hay lluvias intensas en Lambayeque, no es momento de cruzarse de brazos, sino por el contrario, continuar trabajando para que cuando ocurran las precipitaciones pluviales, las obras sirvan y se perennicen en el tiempo y no sean un gasto, sino una inversión.
El gobernador regional, Jorge Pérez, se trasladó hasta el sector Potrero en Callanca, y precisó que esta actividad se cumplió en 30 días y que la roca al volteo tiene cuatro (04) metros de altura, un (01) metro de profundidad y dos (02) metros de uña, en comparación con la intervención de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) en el río Reque donde solo hubo movimiento de tierra.
La intervención ante la probable ocurrencia del fenómeno de El Niño, en el sector Potrero, distrito de Reque, consistió en la limpieza y descolmatación del río Reque, así como la conformación de bordos en una extensión de un kilómetro con roca al volteo.
“Cuando llegue el agua con más de 200 metros cúbicos por segundo, va a golpear, y en el caso de los trabajos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) va a encontrar tierra y la va a disolver, pero en nuestras obras va a encontrar piedra, mecanismo de contingencia mucho más duro”, explicó.
Pérez Flores lamentó que se ha haya hecho un trabajo aislado entre ambas instituciones cuando el Estado es uno solo y por tanto, debe garantizar un buen producto, un buen servicio y una buena actividad, pero consensuando tanto el órgano nacional como los órganos regionales.
“Es necesario establecer una ruta propositiva entre el Gobierno Regional de Lambayeque y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, para seguir avanzando en las defensas ribereñas: roca al volteo, gaviones, hexápodos, geobolsas, etc. La idea es asegurar que este trabajo por lo menos tenga una acción importante frente a la llegada de cualquier avenida sobrenatural que sobrepase su caudal normal”, anotó.
Además subrayó que no se puede duplicar esfuerzos y es conveniente unirse para establecer verdaderas obras o actividades que permitan sopesar la fuerza de la naturaleza para que el agua no sobrepase, no inunde y no haga desastres en las viviendas colindantes y zonas agrícolas.
También precisó que estás obras de ingeniería no son de ahora sino de muchos años, por lo que es importante no malgastar el dinero. “Hay que respetar el cajón hidráulico de los ríos, no podemos disminuirlos ni estrecharlos, sino limpiarlos para que tengan una mejor performance, de tal manera que cuando vengan 200, 300, 400 u 800 m³ de agua por segundo, tenga un soporte y no inunde las casas y las cientos de hectáreas de cultivo”, indicó.
Manifestó que, en 1983, 1997 y 2017 ocurrió el Fenómeno El Niño; y en el 2023 vino el Ciclón Yacu, pero no se realizaron acciones reales y todo lo que se hizo anteriormente, no ha tenido una sostenibilidad. “Ahora tenemos la posibilidad de corregir lo anterior, pero necesitamos establecer un trabajo en conjunto entre el Minagri, Gobierno Regional de Lambayeque y gobiernos locales”, recalcó.
Finalmente dijo que, si bien no hay lluvias intensas en Lambayeque, no es momento de cruzarse de brazos, sino por el contrario, continuar trabajando para que cuando ocurran las precipitaciones pluviales, las obras sirvan y se perennicen en el tiempo y no sean un gasto, sino una inversión.