Rayos, bailes y sanación

Nota Informativa
• Hermenegildo Quino y Celestina Muñoz, danzantes y usuarios de Pensión 65 en Juliaca.

Unidad de Comunicación e Imagen

28 de enero de 2022 - 3:08 p. m.

A los doce años le cayó un rayo y su vida cambió. Un curandero lo sanó y dice que a partir de ese momento él también adquirió el don de curar. Y también de danzar. Hoy, junto a su esposa, celebran bailes cusqueños en la Plaza de Armas de Juliaca, en la región Puno, junto a otros adultos mayores, en el marco de Saberes Productivos. Él mismo confecciona los trajes típicos. Ella es presidenta del comedor popular de la municipalidad.


Uno de cada tres millones de rayos que surcan el cielo puede caer sobre nosotros. A Hermenegildo Quino Puna le cayó uno, cuando tenía doce años y vivía en Paucartambo, Cusco. Esa tarde, se encontraba trabajando en la chacra familiar, a tres mil metros sobre el nivel del mar, cuando sucedió. “Me chancó en el suelo y después estuve quince días en cama, todo estirado”, cuenta. “Un curandero me hizo sanar. Cuando me recuperé, sentí que el Señor me había dado un don”. Hoy, es líder entre los adultos mayores de Juliaca, Puno, y no solo cura a la gente que recurre a él, también danza, junto a su esposa, Celestina Muñoz Huamán. Los abuelos y abuelas aprenden de ellos.

Hermenegildo Quino lee las hojas de coca y es curandero.

El don que adquirió Hermenegildo, en el ámbito curanderil, tiene que ver con curar sustos y ansiedades, pasando el cuy y minerales por el cuerpo de los que recurren a él; o leyéndoles la hoja de coca. Pero curiosamente también aprendió a danzar, con mucho talento, poco tiempo después de que le cayera el rayo, a los doce años. 

Hermenegildo Quino Puna es un sobresaliente integrante de Saberes Productivos, intervención de Pensión 65 que busca revalorar a los adultos mayores a partir del reconocimiento de su rol como portadores de conocimientos y prácticas ancestrales. “Hace diecisiete años con Celestina llegamos a Juliaca; en el Cusco era difícil encontrar trabajo de agricultor. Y yo he trabajado de agricultor toda la vida. Celestina también. Cultivábamos maíz, trigo, habas… Al inicio, cuando llegamos a Juliaca, empecé a trabajar de carpintero, pero ahora ya no se puede, es difícil conseguir la madera; ahora nos dedicamos al arte. Y ayudamos a otros adultos mayores a que aprendan”, dice Hermenegildo. 

Él mismo hace sus trajes para la danza. Baila con energía junto a su esposa.

Hermenegildo y Celestina son cusqueños. Él, nació en Paucartambo; ella, en Paruro. Hoy celebran el Carnaval de Cusco bailando con los adultos mayores, en la Plaza de Armas de Juliaca. “También bailamos para celebrar al Señor de Qoyllur Riti, y el Qhapaq Qolla, donde se representa, con los bailes, las actividades comerciales durante la época del imperio incaico… Yo mismo confecciono los trajes, y a veces hasta los alquilo”, dice Hermenegildo, que trabaja de la mano del Centro Integral de Atención al Adulto Mayor (CIAM) de la municipalidad de Juliaca. Celestina es presidenta del comedor popular. “Siempre me ha gustado cocinar”, dice Celestina. “Y ahora preparamos comida para los adultos mayores en el consejo municipal. Hermenegildo me ayuda”. 

Hermenegildo y Celestina se complementan. Y dicen que no dejarán de bailar y ayudar a la gente. Hasta que el cuerpo se los permita. 
 

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