CAR Buen Pastor: 50 años brindando un hogar para las adolescentes del Cusco

Un inicio marcado por la caridad. Todo comenzó en 1973, cuando monseñor Ricardo Durand Flores, en aquel entonces arzobispo del Cusco, conocedor de la labor de la congregación Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, invitó a las hermanas a fundar el Hogar de la menor, con el propósito de atender a niñas y adolescentes en estado de abandono y riesgo social.

Sin tiempo que perder, las hermanas de la Caridad se pusieron manos a la obra. Primero, iniciaron con la búsqueda de un local; luego, comenzaron a implementarlo. La tarea no fue nada fácil, pues conseguir desde camas hasta alimentos de manera constante demanda una enorme gestión. Sin embargo, luego de un año, el 24 de abril de 1974, el Hogar de la Menor abrió sus puertas para cobijar a sus primeras residentes.

Poco a poco, el nuevo hogar comenzó a recibir a niñas y adolescentes en estado de vulnerabilidad, tanto así que, debido a la demanda de albergue y para dar una mejor atención, se construyeron más pisos y módulos. Para mejorar esta situación, la congregación de religiosas firmó un convenio con el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), el cual, desde entonces, está encargado de su gestión.

Actualmente, el Hogar de la menor es denominado Centro de Acogida Residencial (CAR) Buen Pastor. En este se atiende a 55 residentes, entre niñas y adolescentes, en su mayoría cusqueñas, quienes reciben diversos servicios como albergue, alimentación, salud y educación para así lograr su bienestar personal y desarrollo integral, como toda persona tiene por derecho.