Columna de Opinión | Entendiendo las Ciencias de la Tierra

Nota Informativa
Por Juan Carlos Gómez, Investigador científico del IGP
Entendiendo las Ciencias de la Tierra FOTO

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

12 de marzo de 2024 - 10:30 a. m.

El planeta Tierra se formó como producto de las fuerzas que nacen en su interior, lo que moviliza las placas tectónicas que dan lugar a sismos y erupciones volcánicas. Este último proceso es el causante de la presencia de la cordillera andina, la cual genera alteraciones en el clima, las lluvias y, como consecuencia, la ocurrencia de huaicos, inundaciones, movimientos de los suelos, entre otros. Para comprender estos procesos de la Tierra y monitorearlos, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) cuenta con el programa de investigación en Ciencias de la Tierra Sólida. 

La vigilancia continua sobre los sismos y las erupciones volcánicas es posible gracias a la labor del Centro Sismológico Nacional (CENSIS) y el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), servicios del IGP que, con su información, mantienen informada a la población y a las autoridades para la correcta gestión del riesgo de desastres. Con los datos obtenidos de las densas redes de monitoreo, el IGP puede determinar, por ejemplo, escenarios de sismos de gran magnitud frente a la costa central y sur del Perú.  

En relación con los volcanes, se ha logrado comprender su comportamiento dinámico, lo que permite a las autoridades locales y regionales tomar acciones para reducir el riesgo de la población. Del mismo modo, las investigaciones en geofísica aplicada han ayudado a conocer la estructura y los parámetros físicos que caracterizan los suelos, es el caso de los acantilados de la Costa Verde, el Monumento Arqueológico de Kuélap, la ciudad de Moyobamba, entre otros.

Los eventos climáticos que afectan a los suelos ―en especial la ocurrencia de lluvias que genera inundaciones y huaicos por el aumento del caudal en los ríos y en las quebradas, respectivamente― nos ha permitido desarrollar e implementar sistemas de alerta de huaicos, sobre todo en la quebrada de Jicamarca (Lima), que, en el año 2017, durante El Niño Costero, se activó. En esa ocasión, desde el IGP logramos dar la alerta a SEDAPAL, con lo que se evitó el desabastecimiento de agua potable a la población de Lima.

En todo este contexto, las investigaciones en Ciencias de la Tierra y el monitoreo de los procesos que transforman la superficie de la Tierra son de suma importancia para reducir el riesgo de nuestra población ante la ocurrencia de sismos, erupciones volcánicas, dinámica superficial y sus efectos asociados como los tsunamis. Todas estas contribuciones han sido posibles gracias al apoyo continuo del Estado; por ello, el IGP sigue realizando «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».