Anuncian Incremento de Enfermedades por el Cambio Climático

Con la alerta enviada por la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA); que oficializó el inicio de El Niño 2023 en el Océano Pacífico el 8 de junio y, el anuncio el inicio del calentamiento por el fenómeno El Niño, el pasado 4 de julio, realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se avecinan aumento de las temperaturas y alteraciones meteorológicas, así como condiciones de sequía en Australia y América, principalmente Sudamérica.

Frente a esta coyuntura, la Organización Panamericana de la Salud (OMS), advirtió que este cambio climático ya viene afectando a la salud pública, con efectos directos como las lesiones provocadas por las olas de calor, agravamiento de enfermedades circulatorias y respiratorias y defunciones por fenómenos meteorológicos extremos con mayor sufrimiento para pueblos indígenas y tradicionales, y pérdidas de salud causadas por desastres como tormentas, huracanes tornados e inundaciones.

Ante estas a alertas; la OMM ha comunicado que “los gobiernos de todo el mundo pongan en marcha los preparativos para frenar las consecuencias de este fenómeno en la salud, ecosistemas y economías”. Por ello, es necesario que el país esté preparado para más eventos climáticos extremos y temperaturas récord en los próximos meses para afrontar el fenómeno de El Niño; que tendrá un impacto económico, sobre la seguridad alimentaria y la salud pública del país.

Todos estos cambios provocarán enfermedades transmitidas por alimentos y el agua, así como por vectores como el dengue, zika y chinkungunya; teniendo además efectos indirectos sobre el abastecimiento de agua para consumo, la desnutrición, salud laboral y de grupos vulnerables, así como, desplazamientos forzados, enfermedades mentales y estrés.

Por lo que, el Proyecto “Mejoramiento y Ampliación de los servicios brindados por el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, 25 departamentos” (PMAS - SNVSP), viene ejecutando acciones a fin de fortalecer la capacidad del Estado con tecnologías diagnósticas, inteligencia e investigación sanitaria, que identifique y prevea condiciones de riesgo a la salud de las personas, para abordarlas oportunamente; apoyado en la interoperabilidad del sistema nacional de vigilancia en salud pública.