Día del Pescador: actividad milenaria, fundamental en la Civilización Caral

Cada 29 de junio se celebra en nuestro país el Día del Pescador, como un homenaje a los varones y mujeres que se dedican a esta milenaria labor, de manera artesanal o industrial; actividad que ayudó al desarrollo de la Civilización Caral (3000 - 1800 a. C.), hace cinco mil años, en el valle de Supe, provincia de Barranca, departamento de Lima.

Las investigaciones lideradas por la doctora Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora del Ministerio de Cultura, han demostrado que la formación de la Civilización Caral, se dio gracias a la complementariedad agro-pesquera, y al intercambio de productos y conocimientos a larga y corta distancia, entre la sierra, la selva y la costa.

Las evidencias más claras se encuentran en el sitio arqueológico Áspero, conocido como la Ciudad Pesquera de Caral, ubicada en el litoral peruano, en el distrito de Supe Puerto - Barranca, cuya antigüedad es coetánea a la Ciudad Sagrada de Caral; es decir, también fue construida hace cinco mil años.

Importancia de Áspero
El centro urbano Áspero tiene una extensión de 18,8 hectáreas, sobre la cual se observan 22 conjuntos arquitectónicos, de los que se infiere la diferenciación social y las actividades especializadas de sus habitantes. En un principio, sus poblaciones habrían sido itinerantes, y con el tiempo formaron aldeas de pescadores y marisqueros.

Asimismo, destaca por su importancia en la producción y tecnología pesquera. El mar fue una fuente principal para el intercambio a través de la implementación de redes comerciales. Entre los instrumentos de pesca resaltan: las redes hechas de algodón, las pesas líticas y los flotadores de mate, además de anzuelos elaborados con valvas de choros.

Las investigaciones han revelado que los pobladores de Áspero consumían anchoveta seca y salada, entre otros peces y especies marinas, como las machas y el choro zapato. Entre los productos agrícolas consumidos se ha registrado achira, guayaba, pacae, frijol, pallar y zapallo.

La arqueóloga Ruth Shady, sostiene que los centros urbanos de la Civilización Caral, ubicados en los valles de Supe y Huara, y los del litoral intercambiaron sus productos y conocimientos. “Hubo una complementariedad económica entre los asentamientos del valle, que se dedicaron a la agricultura, y los asentamientos del litoral, que se dedicaron más a la pesca”.

Agregó que “los antiguos pobladores, del área norcentral del Perú, construyeron almacenes para que los productos agrícolas, como las legumbres; y el recurso marino, como la anchoveta, puedan conservarse deshidratados y ser consumidos en el tiempo”.

“El pallar y el frijol, el frijol de árbol, en el caso de Supe, combinados con la anchoveta fueron la base alimentaria que le dio seguridad a la salud y al desarrollo de estas poblaciones de la civilización Caral”, comentó.

El sitio arqueológico Áspero está abierto al público de lunes a domingo, de 10:00 a. m. a 4:00 p. m. Conoce Cómo llegar aquí: bit.ly/3x9KMgq

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