Día del agua: Prohvilla y vecinos dialogan sobre la importancia de este recurso para la existencia de los Pantanos de Villa
Nota InformativaZona ecológica es el mayor espejo de agua de Lima Metropolitana y almacena 1.1 millones de m3 de agua salobre.
Fotos: Prohvilla
23 de marzo de 2021 - 9:00 a. m.
En el marco del Día Mundial del Agua, la Municipalidad de Lima, a través de la Autoridad Municipal de los Pantanos de Villa (PROHVILLA), realizó un recorrido por los cuerpos de agua que alimentan al humedal, junto con vecinos de la denominada zona de reglamentación especial (ZRE), a fin de sensibilizar en la conservación del recurso hídrico.
Bajo el lema “Sin agua no existen humedales”, 10 ciudadanos de las urbanizaciones Huertos de Villa, Brisas y Encantada, y de los asentamientos humanos Señor de Luren, Palmeras y Terrazas visitaron las nacientes de dos de los canales que alimentan a las lagunas ubicadas en el área ecológica, tanto en la parte alta como baja de la ZRE.
Respetando las restricciones y siguiendo el distanciamiento social, representantes de PROHVILLA y vecinos intercambiaron ideas y dialogaron sobre la importancia del agua en la existencia del humedal, su papel como refugio de vida silvestre para más de 365 especies de fauna y 64 de flora, y su rol en la prevención de desastres naturales, al ser un regulador hídrico en caso de inundaciones.
El agua que alimenta Pantanos de Villa recorre más de 80 km desde su naciente, en la cuenca del río Rímac, hasta llegar al área natural protegida. Asimismo, los más de 100 litros de agua que ingresan por segundo al humedal lo convierten en el mayor almacén de agua salobre de la capital peruana, al contener más de 1.1 millones de m3.
Como parte del programa de acciones estratégicas del plan de recuperación de cuerpos de agua de la ZRE, PROHVILLA viene sensibilizando a la población aledaña en su comportamiento con los canales y manantiales que conectan con el humedal. Esto ha permitido, a la fecha, recuperar cuatro canales que ahora son espacios públicos revalorados, donde se promueve la participación vecinal e interinstitucional.
Los cuerpos de agua que alimentan Pantanos de Villa son amenazados principalmente por la basura y el desmonte que se arrojan, así como por el cambio en el uso de los suelos, al cubrir los canales que conectan al humedal. Esto genera, por un lado, la posible contaminación del agua que ingresa al área ecológica y, por otro, bloquea el curso natural del agua en su recorrido hacia el humedal y desembocadura al mar.
Bajo el lema “Sin agua no existen humedales”, 10 ciudadanos de las urbanizaciones Huertos de Villa, Brisas y Encantada, y de los asentamientos humanos Señor de Luren, Palmeras y Terrazas visitaron las nacientes de dos de los canales que alimentan a las lagunas ubicadas en el área ecológica, tanto en la parte alta como baja de la ZRE.
Respetando las restricciones y siguiendo el distanciamiento social, representantes de PROHVILLA y vecinos intercambiaron ideas y dialogaron sobre la importancia del agua en la existencia del humedal, su papel como refugio de vida silvestre para más de 365 especies de fauna y 64 de flora, y su rol en la prevención de desastres naturales, al ser un regulador hídrico en caso de inundaciones.
El agua que alimenta Pantanos de Villa recorre más de 80 km desde su naciente, en la cuenca del río Rímac, hasta llegar al área natural protegida. Asimismo, los más de 100 litros de agua que ingresan por segundo al humedal lo convierten en el mayor almacén de agua salobre de la capital peruana, al contener más de 1.1 millones de m3.
Como parte del programa de acciones estratégicas del plan de recuperación de cuerpos de agua de la ZRE, PROHVILLA viene sensibilizando a la población aledaña en su comportamiento con los canales y manantiales que conectan con el humedal. Esto ha permitido, a la fecha, recuperar cuatro canales que ahora son espacios públicos revalorados, donde se promueve la participación vecinal e interinstitucional.
Los cuerpos de agua que alimentan Pantanos de Villa son amenazados principalmente por la basura y el desmonte que se arrojan, así como por el cambio en el uso de los suelos, al cubrir los canales que conectan al humedal. Esto genera, por un lado, la posible contaminación del agua que ingresa al área ecológica y, por otro, bloquea el curso natural del agua en su recorrido hacia el humedal y desembocadura al mar.