Familia de lucha: Madre e hijos comparten su pasión por el deporte

La familia Huarcaya López lleva el deporte de la lucha amateur en las venas y no podia ser de otra manera, pues siguen el ejemplo de Maricel, quien fue seis veces campeona nacional, sub campeona panamericana y deportista del año, en la mejor época de su carrera deportiva. 

 

Ahora sus hijos André (16 años), Luhana (12 años) y Nathaniel (9 años) Huarcaya, herederos de su pasión por la lucha, entrenan muy duro para dejar en alto este deporte y al Perú, en las competencias nacionales e internacionales.

 

Maricel recuerda que su primer acercamiento fue a los 10 años, a través de los talleres recreativos del Instituto Peruano del Deporte (IPD), y a pesar que su padre le decía que “ese era un deporte para hombres”, ella insistió. Un año y medio después obtuvo el permiso para entrenar en lo que se convirtió en su principal motivación. 

 

En ese camino, llegó al Centro Educativo Deportivo Experimental (CEDE) “Julia Sánchez Deza”, un colegio creado por el IPD, que forma integralmente a los talentos escolares, en materia académica por las mañanas y deportiva, por las tardes. “Fue un cambio de vida, estudiar y entrenar todos los días, tuve más disciplina, mejoró mi alimentación y quería ser mejor cada día en el deporte”. 

 

Desde los 12 a 17 años, compitió representando al Perú a nivel internacional y a los 18 años lo hizo a nivel universitario. Participó en la categoría talentos U15, cadetes U17, junior U20 y mayores.

 

Fue campeona nacional seis veces, sub campeona panamericana y medalla de bronce panamericana. Deportista del Año 2003, categoría talentos de la Federación Peruana de Lucha Amateur y cinco veces campeona nacional a nivel universitario.

 

A los 20 años se convirtió en madre por primera vez. “Me cambió la vida, porque todavía no acababa mi carrera, así que me enfoqué en terminar mis estudios y en salir adelante, no solamente por mí sino que ahora tenía una motivación más, cuando estaba embarazada de André yo decía, mi hijo va a ser luchador”.

 

Él fue el primero en seguir sus pasos. “A los tres años lo llevé a practicar natación, gimnasia, fútbol y judo, para que vea que deporte le gustaba, hasta que en segundo de primaria asistió a un taller recreativo del IPD en el complejo Matute, donde había el deporte de lucha, le gustó y quedó impresionado”.

 

Por ello, Maricel junto a su esposo tomaron la decisión para que su hijo postule al CEDE y pueda entrenar de manera más competitiva. Luego le siguieron Luhana (12 años) y Nathaniel (9 años), quienes también son alumnas del colegio deportivo.

 

Con voz entrecortada, recuerda cuando André obtuvo sus primeros éxitos. “En la primera competencia internacional llegó a la final y me sentí muy emocionada, como era su primer viaje pensé que le iba ir bien pero no que llegaría a la final”. Entre los logros del mayor de los Huarcaya, están el ser campeón nacional cinco veces, medallista panamericano dos años consecutivos, plata y bronce y recientemente medalla de bronce en los Juegos Bolivarianos de la Juventud Sucre 2024. Respecto a sus dos hijas, nos comenta con orgullo que el profesor ve en ellas condiciones para el deporte de lucha. 

 

En el Día de la Madre, su mejor regalo es ver a sus hijos hacer lo que más les gusta, entrenar en el deporte que comparten, “La Lucha”, y sobre todo escuchar que las futuras medallas están dedicadas a ella, la motivan a seguir adelante.