El INIA beneficia a más de 50 mil productores cafetaleros en el Perú.

El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) a través del Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) beneficia a más de 50 mil caficultores de 128 proyectos de extensión agraria, investigación adaptativa, investigación estratégica y capacitación por competencias ejecutados por organizaciones de productores.

Gracias al financiamiento de 140 millones de soles se ha logrado en Jaén y San Ignacio en el departamento de Cajamarca incrementar la productividad de café de 18 a 21 quintales por hectárea. Mientras que, en zonas menos desarrolladas como Quillabamba en Cusco o Sandia en Puno donde se producía de 4 a 5 quintales por hectárea, pero luego de la intervención incrementaron su productividad de 12 a 16 quintales por hectárea.

Con el fondo de extensión agraria se ha podido desarrollar actividades de asistencia técnica en las fincas, capacitar a las organizaciones de productores en la producción de café fino y alto perfil de taza, e implementar escuelas de campo para el fortalecimiento de capacidades productivas en café fino.

Además, con la asistencia técnica se ha logrado incrementar la calidad del café, en cuanto al rendimiento físico del volumen exportable y la calidad de taza de 78 a 83 puntos en algunas organizaciones, considerando que el precio es fijado por la calidad organoléptica del grano.

En los proyectos de investigación adaptativa, que es el segundo fondo más demandado en esta etapa de la cadena, se tiene buenas experiencias de investigación, tales como la implementación de sistemas de secado de bajo costo y fermentación controlada para mejorar la gestión de la calidad del café orgánico de la cooperativa CEBICAFEN.

En cuanto a los proyectos semilleristas se brindó asistencia técnica y capacitaciones para transferir paquetes técnicos innovadores en el manejo de semillas de variedades comerciales con el fin de ofertar material genético con buenas características para resistencia a la roya y sobre todo con potencial de calidad de tasa.

Mientras que, en los proyectos de investigación estratégica se ha iniciado la caracterización biológica que se atribuyen a las micorrizas, que es la simbiosis entre un hongo y las raíces de las plantas, en este caso del café, las mismas que reciben nutrientes, minerales y agua.

Con el apoyo de estos proyectos se logrará determinar las variedades que tienen el mejor comportamiento en cuanto a producción, pero también a la resistencia de enfermedades y sobre todo se determinará cuál de ellas tiene potencia para desarrollar mayor calidad de tasa.

Para finalizar, los proyectos de capacitación por competencias cofinanciados por el PNIA, ha contribuido a fortalecer las capacidades técnicas en agroexportación para la cadena de café en las regiones de Cajamarca y Amazonas, así como las competencias empresariales en agentes de extensión e innovación en las provincias de Satipo y Chanchamayo de la región Junín. La capacitación brindada a más de 80 profesionales y técnicos permitirá la réplica de esta experiencia dentro de su ámbito de intervención.