Vértigo: No te dejes marear por la desinformación, la clave es conocer la causa

Sin embargo, el Dr. Gianfranco Bedriñana,  jefe del Departamento de Otoneurocirugía del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) nos recuerda que la mayoría de los casos no es indicativo de un problema grave de salud.

El especialista explica que el vértigo es la sensación de giro o movimiento del entorno y para determinar la causa generalmente se realiza un historial médico detallado y un examen físico, evaluando el equilibrio y la función del oído interno. 

“En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como pruebas de nistagmo (movimientos oculares involuntarios), pruebas de posturografía (evaluación del equilibrio) y pruebas de audición”, acota.

Sobre el tratamiento, informa que esto dependerá de la causa subyacente. Para casos de vértigo posicional benigno, como el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), existen maniobras específicas que pueden realizarse para reposicionar los cristales en el oído interno y aliviar los síntomas. 

En otros casos, pueden recetarse medicamentos como antihistamínicos, benzodiacepinas o antieméticos.

Para algunos casos, puede ser útil la terapia de rehabilitación vestibular. Esta opción, debe estar a cargo de un fisioterapeuta especializado que trabaja con el paciente guiándole en la realización de ejercicios diseñados para mejorar el equilibrio y la coordinación. 

Si el vértigo está siendo causado por una afección subyacente, como la enfermedad de Menière o la neuritis vestibular, el tratamiento se enfocará en abordar esa condición específica.

Si bien no siempre es posible evitar el vértigo, el médico ofrece algunas recomendaciones para reducir el riesgo de desencadenar un episodio:

“Recordar que el vértigo puede ser una experiencia incómoda, pero no tiene que ser debilitante. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de las personas pueden controlar sus síntomas y vivir una vida normal”, enfatiza para finalizar.