¿Por qué ocurren sismos en el valle del Colca?

Nota Informativa

Fotos: IGP

5 de febrero de 2020 - 3:42 p. m.

Por Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP

Siempre se ha indicado que la región sur del Perú es la de mayor actividad sísmica en el país. A nivel continental, también lo es la zona del valle del Colca, debido, principalmente, a la presencia de fallas geológicas, actividad volcánica, sismicidad de foco intermedio y otros efectos secundarios generados por la ocurrencia de precipitaciones.

Dentro de este contexto, durante la última semana, entre el 26 y 29 de enero, se han registrado más de 20 sismos con epicentros próximos a los distritos de Maca, Madrigal y al anexo de Pinchollo, eventos que fueron percibidos por la población local con movimientos leves del suelo que produjeron alerta y preocupación.

En la zona del valle del Colca, los sismos tienen la particularidad de ocurrir muy cerca de la superficie; es por esta razón de que incluso cuando las magnitudes son del orden de M3.0, los movimientos del suelo son percibidos por la población. La percepción de estos eventos puede ser incluso mayor cuando las personas, ya sea dentro o fuera de sus viviendas, se encuentran sobre suelos no compactos.

Por lo expuesto, es importante comprender que en la zona del valle del Colca siempre ocurrirán sismos de variadas magnitudes. Algunas veces, estos podrán ser lo suficientemente importantes para producir daños a infraestructuras, viviendas e incluso provocar pérdidas humanas. Sismos como el de Maca en 1990, Sepina en 1991, Huambo en 2013 e Ichupampa en 2016 permanecen en la memoria colectiva de la población debido al impacto y destrucción que generaron.

La percepción de daños es mayor debido a la afectación que generan los sismos en numerosas viviendas. Se ha observado que aquellas construidas de adobe, pirca de piedras, etc., predominan a lo largo de los distritos del valle del Colca. Estas, además de haber sido construidas sobre suelos pobremente consolidados, cuentan ya con algunas decenas de años de antigüedad y no han sido reforzadas o modificadas para soportar los movimientos sísmicos.

En esa línea, recientemente, se ha logrado comprender que los sismos no son los causantes de los daños en una ciudad. Muy por el contrario, el factor desencadenante lo es la calidad de las viviendas, ya sea por el material utilizado o por su antigüedad. Son alrededor de 30 000 personas en el valle del Colca que deben aprender a reconocer los peligros naturales de su territorio y no olvidar la historia sísmica que lo caracteriza.

En este camino, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) monitorea permanentemente la ocurrencia de la actividad sísmica y volcánica en Caylloma. Por ello, lo ocurrido en los últimos días, más que generar temor y preocupación, es un recordatorio para la población del Colca de que habitan en una zona de intensa dinámica tectónica. IGP: «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».

(Columna publicada en Diario Correo: 04-02-20)