Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero

La acuicultura económicamente viable depende en gran medida de un suministro confiable y continuo de huevos fértiles, alevines y juveniles, los cuales solo pueden ser producidos si se dispone de un banco de reproductores adaptados y mantenidos a las condiciones de cautividad, con un régimen de alimentación nutricional adecuado (Álvarez, 2006, como se citó en Navas et al, 1997).
Por lo tanto, teniendo en cuenta que el primer objetivo básico es manejar y controlar la etapa de la reproducción en aquellas especies de mayor interés socio-económico, incidiendo en la reducción de la mortalidad, mejorando la cantidad y calidad de las mismas. En la práctica, la acuicultura acondiciona a la especie al cultivo en un medio controlado, simulando las condiciones del medio natural, con el objeto de lograr que llegue a la talla comercial e iniciar el proceso de transformación en productos para su consumo, incrementando la oferta de productos provenientes de la acuicultura y mitigando la pesca de recursos del ambiente marino. El cultivo intensivo de peces introduce en la mayoría de los casos, modificaciones de su entorno ambiental en relación a las condiciones en las que se encuentran las poblaciones naturales, lo que generalmente provoca alteraciones en su ciclo reproductivo. De hecho, numerosas especies no se reproducen durante el primer año en cautividad, probablemente por la falta de síntesis y/o liberación de gonadotrofinas en este período y otras no lo llegan a hacerlo nunca (Matsuyama et al., 1991). Por tanto, el conocimiento de los mecanismos que regulan la función reproductora de estas especies de interés económico es un requisito indispensable para el desarrollo de su cultivo. Una vez adquiridos estos conocimientos es posible controlar en cierta medida las distintas etapas de la reproducción.