23 Marzo 1899 | Instalación del Consejo Supremo de Guerra y Marina

Nota de prensa
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23 de marzo de 2024 - 9:58 a. m.

La instalación del primer Consejo Supremo de Guerra y Marina del Perú, se llevó a cabo el día 23 de marzo de 1899, entre las 03.30 y 04.30 horas de la tarde, en el “salón principal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia”, con asistencia del entonces presidente de la República Nicolás de Piérola Villena.

El acto estuvo revestido de una especial solemnidad, por la asistencia de las más altas autoridades de la República y la presencia de una División del Ejército, compuesta de una Batería del Regimiento de Artillería de Campaña, los Batallones “Canta” N° 9 y “17 de marzo” N° 11 y un Escuadrón del Regimiento de Caballería “Húsares de Junín” N° 1, mandando la línea el coronel Ricardo Irigoyen.

El presidente de la República ordenó  que se diera lectura a los documentos relativos a la instalación del Consejo y se leyó la ley aprobatoria del Código de Justicia Militar, promulgado el 20 de diciembre de 1898, relativos a los tribunales de justicia militar, la organización del Consejo Supremo de Guerra y Marina y la obligatoria existencia de un fiscal, cuya designación se oficializó el 17 de marzo, recayendo este cargo en el doctor Miguel Antonio de la Lama.

En el acto de instalación se dio lectura a la resolución suprema de 27 de enero de 1899, con la que se nombraba a los vocales del Consejo Supremo de Guerra y Marina: general de brigada Juan Martín Echenique, general de brigada Manuel Velarde, coroneles José R. de la Puente e Isaac Recavarren, capitanes de navío Francisco Sanz y Camilo N. Carrillo; vocales de la Corte Suprema de Justicia, doctores Simón Gregorio Paredes, Ricardo Ortiz de Zevallos y Manuel León Castellanos.

Asimismo, la resolución dispuso que el Consejo Supremo funcionara “en una de las salas de la de la Corte Suprema de Justicia”, en observancia del artículo 83 del código de justicia militar. En ese tiempo, el Palacio de Justicia funcionaba en la antigua calle de la Aduana, después jirón Ayacucho y hoy quinta cuadra  del jirón Miro Quesada.

En tal ocasión, el presidente Piérola, en su discurso inaugural, expresó: "no concebiré jamás que haya pueblo que se resigne a tener Ejército sin leyes propias de su instituto; sin régimen que lo mantenga sano y robusto; que consienta en poner la brutalidad de la fuerza en manos que la ciencia no guie, que la educación no haga delicadas; a las que ausencia de moral severa y rigurosa disciplina no impida emplearla en daño de los demás; que no den cumplida garantía de que, llegado el  peligro interior o exterior, no será este convertido en desastre.”