CIUDADELA DE VICHAMA: UNA NARRATIVA ANCESTRAL

Nota Informativa
La provincia de Huaura, en Perú, alberga el sitio arqueológico de Vichama, que se remonta al año 3000 a.C

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23 de diciembre de 2014 - 10:49 a. m.

Tras un caserío espontáneo en el distrito de Végueta, en la provincia peruana de Huaura, se alberga un importante hallazgo.

Más de 3 mil años enterrados bajo la arenisca no pudieron desintegrar el historial de los primeros ocupantes del continente americano.

Es así como al norte de la carretera Panamericana se erige un conjunto de edificaciones petrificado en el tiempo y a la espera de ser decodificado.

Así lo dan a entender los especialistas a cargo del sitio arqueológico Vichama, que luego de su hallazgo en 2007, han puesto empeño en conocer las particularidades de esta ciudadela.

En un recorrido por esta zona, organizado por el Ministerio de Ambiente de Perú, este diario pudo conocer, de primera mano, algunos avances logrados en el yacimiento.

Durante el trayecto, el arqueólogo y jefe de campo de Vichama, Pedro Vargas, explicó que el asentamiento fue hallado por la antropóloga peruana Ruth Shady, reconocida por el proyecto de revalorización arqueológica en la Ciudad Sagrada de Caral, Perú.

Unas 136 hectáreas comprenden el complejo formado por estructuras piramidales y monumentos pertenecientes al período arcaico tardío, aproximadamente entre el año 3000 a 1800 a.C.

A Vichama se le relaciona con la cultura caralina, conocida también como la primera civilización andina.

“Participó en las primeras redes de interacción de Caral”, informa el sitio oficial del Municipio de Végueta, que expone en el centro de esa comunidad una muestra permanente con los hallazgos rescatados por el equipo de investigadores en Vichama.

AGROPESQUEROS
Como Caral, la ciudad de Vichama sobresale como un asentamiento sostenible por sus prácticas de reciclaje, eficiencia energética y tecnología de construcción.

De acuerdo con la arqueóloga Tania Abad, el complejo actual cuenta con estructuras cuyas funciones aún se encuentran en estudio. Empero, a la fecha se han contabilizado 12 montículos de gran volumen y de mediana altura, además de otras edificaciones más pequeñas, que cuentan con amplios espacios que pudieron servir para posibles actividades domésticas.

Vichama se halla situada en una explanada contigua a los cerros Halconcillo, próximo al río Huaura y bastante cerca de la costa del Pacífico. De ahí que se le relacione como una ciudad agropesquera, por su ubicación estratégica entre terreno fértil y el litoral.

TÉCNICA PERFECCIONADA
Durante el recorrido, los arqueólogos explicaron que los pobladores de Vichama fueron sucesores de la antigua civilización de Caral que comenzaba a sucumbir.

Es por eso que hay muchos elementos y técnicas similares a las encontradas por Shady en sus exploraciones en ese sitio en la década de 1990.

Al igual que Caral, la ciudadela agropesquera cuenta con modelos de construcción sostenible, pensada para un territorio de recurrencia sísmica.

Edificaciones de quincha, piedra y shicras (redes de fibra vegetal) sirvieron como fundamento de construcción, detalló Abad, quien añadió que asimismo utilizaban los residuos de moluscos y de otras actividades del campo, para crear mezclas que sirvieran de sostén para sus edificaciones.

El Sol, el viento y el fuego, fueron sus principales recursos de energía. Mientras que los productos de la tierra y proteicos de origen marino, representaron su pirámide alimenticia.

CAMBIO CLIMÁTICO
Una gran sequía supuso para la civilización una problemática que pudo poner en riesgo su seguridad alimentaria y calidad de vida.

Así suponen los investigadores de Vichama, tras el hallazgo de una serie de figuras en altorrelieve con arcilla.

Los tallados, que han sido encontrados a partir de 2009, podrían, según la especialista, revelar la posibilidad de un período de sequedad o hambruna que pudo azotar al poblado.

Los vestigios, desvelados en la hondura de un templo ceremonial dentro del complejo de Vichama, muestran una serie de frisos y figuras humanas de aproximadamente 1.70 metro de altura en un supuesto ritual “donde se hace notoriedad de la deficiencia alimentaria padecida”, explicó Abad.

Aunque los exploradores aún continúan las investigaciones sobre esta hipótesis y el período exacto en que ocurrió, hasta el momento se presume que la sequía pudo haberse desatado en el último período del poblado, por unos 100 años, probablemente.

Por otro lado, otro hallazgo en la parte superior de este templo muestra el relieve de un batracio o sapo fustigado en la frente por un rayo, que, según explicaron los arqueólogos, podría tratarse del inicio de una etapa lluviosa que pondría fin a la fase de agostamiento.

Esta última imagen, según Abad, podría interpretarse de esta forma, ya que en la cosmovisión andina el sapo está relacionado con el agua.

Los complejos de Caral y Vichama son contemporáneos con otras civilizaciones milenarias como la china, la egipcia y la mesopotámica, por su complejidad arquitectónica organizada con edificios piramidales, plazas y prácticas urbanas definidas.

Hay recorridos guiados disponibles para turistas y personas interesadas en conocer más sobre ambas ciudadelas, a un costo aproximado de 11 nuevos soles (3.70 dólares